BETIS (1): Pau López; Mandi, Bartra, Feddal; Barragán (Joaquín, m. 46), Lo celso, William Carvalho, Guardado; Canales, Loren (Tello, m. 66) y Sergio León (Jesé, m. 46).
GETAFE C.F. (2): David Soria; Damián Suárez, Djené, Cabrera, Mathias Olivera; Foulquier, Maksimovic, Arambarri (Flamini, m. 62), Portillo (Cristóforo, m. 75); Mata y Jorge Molina (Ángel, m. 84).
Goles: 0-1, m. 20: Cabrera. 0-2, m. 43: Mata. 1-2, m. 74: Joaquín.
Árbitro: Martínez Munuera (Comité Valenciano). Colaboracionista con las pérdidas de tiempo del equipo de Bordalás. Amonestó a Arambarri, Mata, Joaquín y Mandi.
47.000 espectadores y excelentes condiciones.
El plan B era esto
Hay una jugada inequívoca y significativa para saber si un equipo está intentando seguir los principios del juego de posición: cuando se saca de puerta los centrales pueden quedarse cerca de su línea de fondo para pedir el balón al portero, o bien (tras el típico gesto de brazos de este) adelantarse para alejar a los delanteros rivales de su portería en caso de pérdida. En el primer supuesto, aun en el caso de que una presión muy alta hombre por hombre obligue al portero a sacar en largo lo hará hacia un delantero concreto, con espacios y en mano a mano con su marcador; en el segundo supuesto el saque será un pelotazo hacia una
melée para buscar la segunda jugada, como se ha hecho toda la vida.
Pues bien, hasta esta semana el Betis solo había hecho lo segundo en situaciones muy excepcionales, como las ultimísimas jugadas de algún partido con marcador a favor. Pero en Valladolid y hoy mismo lo hizo ya en los primeros tiempos, un detalle significativo de que el equipo ha cambiado de plan de juego. Los matices en el modelo de juego son naturalmente bienvenidos, e incluso los planes alternativos en circunstancias muy determinadas (como en Valladolid: la conjunción de una alineación particular, un césped en malas condiciones y un marcador favorable), pero cambiar diametralmente de modelo de juego tras dar un sello de identidad al equipo suele traer desconfianza, desorientación y derrotas, como ha sido el caso.
Primer tiempo
Desde fuera del vestuario es difícil saber si este cambio en el modo de juego se debe a presiones del
entorno, a una decisión del equipo técnico o a la desconfianza de los jugadores en el modelo. Observar que ciertos jugadores como Mandi –en Valladolid llegó a pedir
in extremis, y con éxito, un saque al pie a Pau tras mandar este a los centrales adelante– insisten en sacar el balón jugado a toda costa mientras otros como Feddal recaen en jugar en largo puede ser significativo, aunque la naturaleza de unos y otros ha sido siempre esa. En el partido de hoy sin embargo ciertos detalles indican que el plan de juego previsto por el cuerpo técnico era el balón largo. Insistimos: parece adecuado como alternativa de juego para sacar ventaja según el rival obligue a usar uno recurso u otro en cada jugada (como un equipo de baloncesto con muy buenos pívots tiene que usar a veces el tiro exterior para impedir que los cinco defensores cierren a aquéllos), pero no puede desnaturalizarse el juego del equipo hasta el punto de hacerlo irreconocible.
Abuso negativo (rojo) del balón largo por Pau en el partido. Fuente: As.
El detalle más notable a este respecto era el cambio de posición de Canales y Lo Celso, más la presencia de Loren. Setién renunciaba a la salida de balón de Canales para usarlo, al igual que al delantero canterano, como receptor de balones largos cuerpeando con su marcador. Completado esto con una disposición en 3-4-3 frente al 4-4-2 rival resultaba un escenario habitual en el Betis reciente ante equipos contragolpeadores y poco amantes de la posesión: el Betis renunciaba a presionar hombre contra hombre (Loren cerraría la salida de los dos centrales getafenses: para obligarlos a quitarse el balón de encima tampoco haría falta mucho más) y conseguía a cambio un tres contra dos de Mandi, Bartra y Feddal sobre la pareja Mata-Molina:
Como ya sucedió en algunas jugadas en Valencia, el plan de ataque parecía ser atraer la presión getafense y en particular a un extremo rival sobre un central-lateral (Mandi o Feddal) para jugar entonces sobre Canales o Loren y atacar en igualdad numérica y con espacios.
Como plan alternativo, insistimos, nada que objetar; el problema fue que a los defensores béticos se les fue la mano y se quitaron una y otra vez el balón de encima apenas el Getafe apretaba un poco, sin haber atraído la igualdad numérica en esa presión, de modo que ese escenario nunca se daba, sino directamente el de los esquemas de arriba. La inferioridad en que quedaban los tres delanteros béticos ante los cuatro defensas del Getafe, el mal partido de Loren (de León ni hablamos) y la nula capacidad para ganar las segundas jugadas de Lo Celso y Carvalho (en mal estado físico el primero, por naturaleza incapaz de ganar ese tipo de batallas el segundo) convirtió ese plan en el peor de los mundos posibles: el Betis no salía ni en corto ni en largo, el Getafe dominaba completamente el juego y se instalaba en campo bético, y al cantar bingo en su primer cartón (minuto 20) provocó un estado de nervios y desconfianza retroalimentado entre equipo y grada que desembocó en una interminable secuencia ofensiva de los madrileños.
Momento ofensivo de Betis y Getafe según sofascore: el dominio del Getafe entre los minutos 20 y 45 es abrumador
Cuando parecía que el Betis iba a salvar tan desastroso primer tiempo con un remontable 0-1 llega el segundo gol visitante.
Segunda parte
Contra su costumbre Setién y Sarabia mueven piezas ya en el descanso: pasan a un 4-4-2 con Loren y Jesé arriba, Carvalho y Canales (se alternaron para pedir la pelota en la salida de jugada) como mediocentros y Joaquín y Lo Celso en banda a pie natural; Mandi sería lateral derecho. El Betis, sin nada que perder, se iría pues a la presión alta hombre a hombre en todo el campo. Con buen criterio los béticos tratan de volver a su modelo de juego y se toman la construcción de la jugada con cierta paciencia dadas las circunstancias. El partido cambia de signo y, aunque los béticos no logran llegar mucho a la puerta rival sí someten a su dominio al Getafe.
Tello entra donde Lo Celso, que pasa a meterse tras Jesé como mediapunta de un 4-2-3-1, marca Joaquín y el Betis empuja con fe, aunque apenas tiene opciones claras de marcar y el Getafe (cierto que apenas contragolpea) defiende más atrás pero lo hace con cierta comodidad.
Jugador por jugador
Pau acertó muy poco con el balón largo. Tuvo poco que hacer en los goles.
Mandi volvió a engancharse en un fuera de juego relevante (0-2) pero hizo un buen partido.
Bartra estuvo nervioso e impreciso, aunque ganó muchos balones por valentía.
Feddal cumplió con decoro.
Barragán pagó los platos rotos con su cambio (no cabía con Mandi en el 4-4-2) pero tuvo poca responsabilidad en la debacle de la primera parte. Sí tuvieron mucha los mediocentros:
Lo Celso, sin presencia para el puesto, hizo uno de sus peores partidos como bético, y
Carvalho naufragó completamente en esa primera mitad: su lentitud lo pone en inferioridad física ante jugadores del estilo de los del Getafe. La jugada del 1-2 y su buen manejo de pelota, aunque a ritmo bajo, lo redimen parcialmente.
Guardado debe volver urgentemente a zonas interiores.
Setién pudo estar inoportuno (como suele) con
sus declaraciones previas al partido sobre los goles de los delanteros de unos y otros, pero (como suele)
llevaba razón y los suyos se la volvieron a dar hoy.
León hizo 45 minutos espantosos,
Loren no fue capaz de ganar más de un par de balones a sus rivales y no compareció en zona de remate, y
Canales no participó en el juego hasta que no cambió de posición. La línea no da el nivel de Primera División, sencillamente.
Jesé está rápido y volvió a rondar el gol.
Joaquín metió un gran gol y dio fútbol, y
Tello apenas pudo agitar el partido.
Habrá que esperar un par de semanas para saber si la bajada de rendimiento del equipo (el último mes es realmente horrible) se debe al cansancio que mina a los que han jugado dos partidos a la semana o tiene causas más graves. Al menos
Setién y
Sarabia deberían hacer recuperar a sus jugadores la confianza en el modelo de juego, que es matizable pero no negociable.
El detalle
El 0-1 llegó en nuestra ya
querido córner con atracción de dos rivales, pero fue el Getafe el que lo hizo: como el Betis solo llevó a un defensor Portillo aprovechó el dos contra uno y se metió hasta la cocina. Que el Betis haya olvidado realizarla (y la defendiese tan mal) es significativo de una degradación táctica que esperemos que se deba a la falta de entrenamientos y sea subsanable.
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