SEVILLA F.C. (2): Sergio Rico; Sarabia (Ben Yedder, m. 46), Pareja, Rami, Mercado, Escudero; N'Zonzi, Nasri; Franco Vázquez (Iborra, m. 46), Jovetic (Correa, m. 81) y Vitolo.
1-0, m. 36: Durmisi. 1-1, m. 56: Mercado. 1-2, m.75: Iborra.
Árbitro: Del Cerro Grande (Comité Madrileño). Mostró tarjeta amarilla a Tosca, Piccini, N'Zonzi, Sarabia y Pareja. Dejó jugar mucho y bien, pero casi siempre que falló lo hizo a favor del lado sevillista.
41000 espectadores y muy buen césped en el Benito Villamarín.
Quienes tratan de explicar todo lo que sucede en el fútbol desde conceptos como la intensidad y la calidad tuvieron en el descanso del partido de ayer un buen ejemplo de cómo la disposición táctica de un equipo puede ser clave en el desarrollo del juego. Hasta entonces un muy buen Betis había dominado completamente el partido; un par de sustituciones y un cambio de defensa de tres a defensa de cuatro por Sampaoli dio la vuelta al encuentro y desde entonces el dominio sevillista fue total.
Primera parte
El primer hecho importante del partido sucedió el jueves: la baja de Lenglet dejó a Sampaoli sin central zurdo; pese a ello quiso jugar con defensa de tres, y eso facilitó mucho el trabajo de presión del Betis en el primer tiempo. Si ya antes del partido preveíamos que Rami fuese el hombre al que el Betis dejase tener el balón, su ubicación en la izquierda expuso aún más sus limitaciones y permitió a los béticos apretar en la salida de balón y al tiempo lograr superioridad numérica más atrás. Sanabria y Castro orientaban la salida sevillista hacia Rami mientras Petros y Ceballos cerraban a N'Zonzi y Nasri, que apenas tocó balones en buenas condiciones. Pardo, sin pareja natural, barría la zona de mediapuntas.
El buen dos contra tres defensivo de Castro y Sanabria
obliga a llevar el balón hacia Rami y luego lo presiona.
Instantes previos a la falta del 1-0.
En ataque la dudosa elección de Sarabia como carrilero derecho por parte de Sampaoli fue un regalo para un magnífico Durmisi, que formó con Castro y Ceballos una aquí largamente esperada sociedad ofensiva que destrozó al Sevilla por su flanco derecho. El Betis además la tocaba con cierta paciencia y la posesión se nivelaba, pero se jugaba mucho más en campo sevillista. El Betis –tras muchos derbis, por cierto– lograba su premio cerca del descanso, aunque a costa de un cierto desgaste físico.
Segunda parte hasta el minuto 74
Probablemente más por mover el árbol que por genialidad, Sampaoli y Lillo cambian de jugadores y de sistema: retiran al desquiciado y tarjeteado Sarabia, meten a Iborra por el mudo Vázquez en el centro del campo y pasan a un 4-2-3-1 en el que Mercado era el lateral derecho.
Se las prometía felices con estos cambios quien esto escribe, porque el 5-3-2 del Betis, muy ensayado, suele funcionar muy bien ante este tipo de sistemas gracias a unas basculaciones laterales que suelen lograr superioridad numérica cerca del balón a costa de dejar libre al carrilero del lado contrario. Naturalmente el gran peligro de ese sistema viene cuando el rival logra cambiar el juego suficientemente rápido para que las basculaciones lleguen tarde, y por ello hay que tratar de bloquear esos cambios de juego.
No lo logró el Betis: muy descolgados arriba Sanabria y Castro junto a Rami y Pareja aunque la jugada los superase, el Betis había perdido el hombre de más en mediocampo y N'Zonzi cambiaba de orientación con comodidad. Las basculaciones llegaban pues tarde, y por cierto desde el inicio de ese segundo tiempo: no era un problema físico, aunque el paso de los minutos minó naturalmente el rendimiento de Ceballos (entre algodones toda la semana) y el resto del equipo.
Minuto 52. N'Zonzi cambia el juego con toda comodidad
y las basculaciones llegan tarde.
El Sevilla atacaba ya ocho contra ocho.
Los béticos incurrían en un error añadido: cometer demasiadas faltas en su zona de tres cuartos, un grave peligro si el rival (con Rami, Iborra y N'Zonzi en el campo y Nasri de lanzador) es superior por alto. En efecto, así llegaron los goles sevillistas, el primero de ellos en la primera ocasión clara para los visitantes.
Minuto 74 al final
Víctor, aún con 1-1, intenta cambiar la dinámica del partido pasando a un 4-4-2 con rombo con Jonas junto a Pardo en el centro más Petros y Ceballos en los costados. Árbitros y público terminan de clavar el ataúd del equipo bético; los primeros conceden el 1-2 en una jugada en la que hubo fuera de juego, y la grada asiste silente a los tímidos intentos de su equipo de llegar al arco rival: para marcar al final de los partidos hay que intentarlo con fe. El Sevilla da un pasito atrás y el Betis la tiene un poco más pero sin la menor profundidad.
Jugador por jugador
Adán: Sin responsabilidad en los goles; de hecho, en el primero hace una gran parada.
Piccini: Poca aportación.
Mandi: Su error al tirar el fuera de juego en el 1-1 es grave. Un tanto escondido en defensa, sigue interviniendo demasiado poco.
Pezzella: Volvió, y bien que se notó. El mejor atrás.
Tosca: Va mejorando en la salida de balón (tiene una notable velocidad) y siempre está concentrado en defensa.
Durmisi: Primera parte excelente, en la que jugó a placer con Sarabia gracias a su velocidad. Mejor marcado luego por Mercado, cuando el equipo perdió el balón despareció, como todos.
Pardo: Buen partido en general. Movió bien al equipo.
Petros: Muy bien en la presión en la primera parte (anuló a Nasri). Con balón está en retroceso.
Ceballos: Su muy buena primera mitad y su bajón en la segunda explican mucho del partido.
Castro: Su bajada de nivel preocupa cada día más. Como entiende bien el juego combinó bien por la izquierda, pero un jugador de su tipo no puede retroceder metros en el campo –algo muy de veteranos– porque pierde lo suyo, el gol.
Sanabria: Definitivamente su nivel técnico no llega, ni por asomo, al físico, que es muy bueno. Una apuesta muy arriesgada (7,5 millones por medio pase en condiciones leoninas) que tiene pinta de salir mal.
Jonas: No lo hizo mal, pero nunca aporta gran cosa.
Alegría: Apenas intervino.
Gutiérrez: Un cambio difícil de explicar. ¿Para que no se dijera que no los había agotado?
Víctor: La bajada de nivel de los suplentes respecto a los titulares, señal de acierto al hacer las alineaciones, limita mucho su margen de maniobra. Tardó demasiado en reaccionar ente el cambio de sistema de Sampaoli.
El detalle: Una de las mejoras del equipo al llegar Víctor fue la disposición mucho más adelantada del equipo en las acciones defensivas a balón parado. Pues bien, el vicio ha vuelto: cuando saca el rival la defensa está aculada muy dentro del área, error grave y fácil de subsanar.
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