BETIS (2): Adán; Piccini, Bruno, Westermann, Varela; N'Diaye; Joaquín (Jorge Molina, min. 77), Dani Ceballos (Petros, min. 70), Portillo, Cejudo (Xavi Torres, min. 87); y Rubén Castro.
Goles: 1-0, min. 17. Carlos Castro. 1-1, min. 46: Joaquín. 1-2, min. 57: Rubén Castro.
Árbitro: Juan Martínez Munuera (valenciano). Amonestó al local Cases y al visitante N’Diaye.
Muy buen ambiente y muy nutrida y ruidosa presencia de béticos en El Molinón.
Ganó el Betis su partido en Gijón gracias a su acierto en las áreas, en un choque tan igualado como el de pocos días antes ante el Deportivo.
Primera parte
Los sistemas propuestos por uno y otro equipo fueron muy clásicos. El Sporting presentaba un 4-2-3-1 en el que Halilović hacía la mediapunta, y que en defensa era más bien un 4-4-2, porque la emergente estrella croata retrocedía más en ataque –a posiciones de interior derecho– que en defensa. Enfrente Mel volvió a adaptar su sistema a las posiciones rivales: como en Madrid, opuso dos interiores a los –muy paralelos en ataque– mediocentros rivales, y (al igual que el Sporting) dejaba en superioridad a sus centrales ante el punta único del contrario; por esto la llegada a gol sería un problema para unos y otros, pues se obligaba a los extremos a un gran esfuerzo para pisar el área.
Esquemas de Betis y Sporting en el primer tiempo
El Sporting comenzó el partido con toda la cuerda dada: presión bastante alta y, sobre todo, una tremenda intensidad que empujó al Betis contra su portería. Ahí se apreció uno de los grandes defectos del 4-1-4-1 (o 4-3-3) para este Betis: Rubén Castro no tiene suficiente presencia física arriba para cazar balones largos, de modo que el equipo, por mucha calidad técnica que tenga en el campo, lo pasa mal cuando le hacen una presión alta. No sabían además los béticos cerrar la salida rival, demasiado fácil para los centrales cuando se abrían con el balón, de modo que acababan jugando sin oposición hacia las bandas; hizo daño así Jony por la derecha, apoyado por Lora y por un muy buen Halilović que caía hacia ese lado.
La escasa llegada al remate sportinguista –sobre todo por la izquierda–, la firmeza de los centrales béticos por alto, un error arbitral en una inocente mano de Piccini y las paradas de Adán permitieron al Betis salir del primer cuarto de partido con un solo gol en contra. A partir de ahí la presión local decayó progresivamente y el Betis impuso su toque por dentro, aunque entonces fueron los béticos quienes pagaron la escasa llegada al área de sus extremos.
Segunda parte
Como en un negativo fotográfico exacto de la primera mitad, es ahora el Betis quien comienza con una presión tan fuerte como decadente con el paso de los minutos. Tuvo que ver en ello el cambio de esquema de Mel: Cejudo cambia a la banda derecha y empuja a Joaquín a la delantera, mientras Ceballos se coloca como mediocentro (muchas veces a la izquierda, por cierto, lo que permitiría –¿obligaría?– a N'Diaye a descolgarse mucho como interior en ataque). El Betis defiende en parejas en todo el campo, sin reserva de hombre de más atrás, y eso significa zafarrancho de presión, que en apenas un minuto da frutos: ahora había dos verdaderos delanteros.
Esquemas de Sporting y Betis en el arranque de la segunda parte.
El Betis presiona por parejas en todo el campo. Ceballos y N'Diaye intercambiaron posiciones.
Tras el segundo del Betis, llegado en una contra esporádica, Abelardo se la juega: mete un tanque arriba y acuesta a Halilović a la derecha, para lo que cambia de banda a Jony, ya a pie natural –y más tarde también cambiado–. El Betis da un pasito atrás: Joaquín pasa a defender por detrás de Rubén y Petros refresca el mediocentro. Los visitantes controlan el juego, no sin algún susto, y, tras prescindir Abelardo de un central, acaban otra vez en 4-1-4-1, ahora con Rubén a la derecha y Torres de ancla.
Jugador por jugador
Adán: Salvó al equipo con varias buenas paradas (no tan difícil como parece la de Jony de la primera parte). Su contrato debe ser asunto prioritario en los despachos.
Piccini: Tras una floja primera parte encontró más espacios para su potencia en la segunda.
Bruno: Mejoró también con el paso de los minutos. En su puesto se deben cuidar mucho los errores puntuales, como un mal despeje en la primera parte que pudo salir muy caro.
Westermann: Muy firme en general, y sobre todo por alto, se comió sin embargo dos maniobras, de Castro (1-0) y del tanque Guerrero (casi 2-2).
Varela: La potencia de Jony (buen jugador, por cierto) le hizo pasar un mal debut. O mejora en defensa (si no eres veloz al menos has de ser fuerte) o jugará poquito en Primera. Subió poco.
N'Diaye: Buen partido, con el único reproche de no haber controlado mejor a Halilović. En el primer tiempo mantuvo bien la posición y la jugó con acierto (cierto que poco presionado); en el segundo, más libre, ocupó una franja enorme.
Joaquín: Algo desconcentrado y muy presionado en la primera parte, mejoró como segundo delantero (puesto en el que por cierto ya jugó en Bruselas hace diez años).
Ceballos: Partido muy completo. Se ofreció siempre, corrió mucho y la tocó con sentido. Sorprendentemente, sigue en el escaparate.
Portillo: Corrió más que nadie, aunque esta vez tuvo poco balón.
Cejudo: Su pie firme valió el 1-1. Siempre activo. Abusa del disparo.
Rubén Castro: Definió el partido con dos toques, y trabajó antes y después. No se le debe pedir más.
Rubén Castro: Definió el partido con dos toques, y trabajó antes y después. No se le debe pedir más.
Petros: Completó bien el trabajo de Ceballos, con buen toque interior.
Molina: No anda fino.
Torres: Apenas tiempo de reforzar por dentro.
Mel: De nuevo tuvo que rectificar en el descanso un planteamiento algo defectuoso, lo hizo de nuevo con acierto y, esta vez, tuvo premio.
Los comentarios son siempre bienvenidos.
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