viernes, 28 de marzo de 2014

Levante 1 – Betis 3 (30ª jornada de Liga de Primera División)

LEVANTE (1): Keylor Navas; Vyntra, Navarro, Juanfran, Nikos; Diop (Sissoko, m. 73), Simao; Xumetra (Ángel, m. 55), El Zhar (Pedro López, m. 67), Pedro Ríos; y Barral.
BETIS (3): Adán; Juanfran (Jorge Molina, m. 64), N'Diaye, Jordi, Chica; Cedrick (Vadillo, m. 57), Salva Sevilla (Nono, m. 78), Lolo Reyes, Juan Carlos; Baptistão y Rubén Castro
Goles: 0-1, m. 12: Salva Sevilla. 1-1, m. 25: Diop. 1-2, m. 69: Jorge Molina. 1-3, m. 75: Rubén Castro.
Árbitro: Muñiz Fernández (Comité Asturiano). Amonestó Vyntra, David Navarro, Simao, Salva Sevilla y Cedrick.
Buen césped y poco público en el Ciudad de Valencia.

Un año después el Betis ha vuelto a ganar en Liga fuera de casa, en un partido de baja calidad.

Primer tiempo
El Betis empieza su partido en el calentamiento: Paulão se lesiona y Calderón opta por Salva como sustituto. Casi obligado a retrasar a N'Diaye (la alternativa era desplazar a Chica al puesto de central), extrañamente elige retrasar al lateral a Juanfran, y no a Juan Carlos, quedando así Chica como defensa izquierdo a pie cambiado de un 4-4-2 en el que Léo Baptistão asumía más esfuerzos defensivos que Castro. El Levante juega su 4-2-3-1 con mucha fuerza y poquita calidad en el doble pivote, y con varios jugadores en el once de los que hace no mucho tiempo eran considerados jugadores típicos de la Segunda española (Xumetra, Pedro Ríos, Barral...).

La blandura del centro del campo bético casa mal con un equipo de inicio que no parecía diseñado para tener el balón. El Levante sale bastante arriba y las pérdidas peligrosas se suceden en un Betis que roza la frivolidad, con mención especial a Salva, Baptistão y N'Diaye, demasiado sobrado: en un partido poco tenso, en el que nadie parecía jugarse mucho, el que mete el pie las gana casi todas, y es el Levante, que llega arriba demasiadas veces.

Pese a ello la falta de calidad de los locales y el acierto puntual (y doble) de Salva Sevilla en una jugada ponen al Betis por delante. No corrigen pese a ello los béticos su juego blando y expuesto a la pérdida en el centro, el que más le conviene a un equipo de Caparrós, y cae el muy merecido empate.

Segundo tiempo
La previsible bronca del entrenador más los retoques pasados algunos minutos ponen al Betis en su lugar, el de un equipo cuya única misión era ganar el partido como fuese. Los béticos salen a presionar mucho más arriba y por fin a los doce minutos Calderón rota sus bandas: al meter a Vadillo por Cedrick el canterano pasa a ser extremo izquierdo, Juan Carlos se retrasa al lateral, Chica cambia de banda y Juanfran sube al extremo; poco después es sustituido en ese puesto (sorprendentemente para quien esto escribe, pero muy bien funcionó el cambio) por Jorge Molina, abierto pero muy adelantado.

Ante un Levante más ofensivo de lo habitual el Betis maneja ya mejor el balón por los costados, el partido entra en un intercambio de ataques en el que los visitantes, superiores técnicamente, son mejores, y llegan dos goles. Lesionado Salva tras el segundo de ellos, Nono lo sustituye y el Betis, acertadamente, se dedica a tocar el balón de lado a lado (bien los centrales en este aspecto) y pasa pocos apuros.

Jugador por jugador
Adán: El gol es parable pero complicado, por intuible pero fortísimo. Se redimió en la segunda parte con una gran y decisiva parada en un balón desviado por un defensa.
Juanfran: Intrascendente. Casa mal como pareja de un extremo del estilo de Cedrick, que no conoce el dos contra dos.
N'Diaye: Su colocación, salida de balón y presencia física le hacen casi perdonables dos graves frivolidades, una en cada tiempo, que pudieron costar carísimas. Lesionados cuatro centrales Calderón tiene ahora un buen dilema sobre su posición.
Figueras: Mala primera parte, en la que lució sus carencias, y mucho mejor segunda. Supo tocarla cuando convenía.
Chica: En defensa cumplió como suele, pero en ataque pasa de ser un muy discreto lateral derecho a un maltratador del balón por el lado contrario.
Cedrick: Por la derecha pierde su de natural escasa capacidad de asociación, y queda en un corredor.
Salva: Su inteligencia y calidad en el 0-1 paliaron una primera parte muy floja, en la que perdió balones peligrosísimos (el sueño de Caparrós) y no supo mantener la posición.
Lolo Reyes: En el primer tiempo perdió el sitio unas pocas veces y acabó costando caro, cosa natural cuando tu compañero de línea no es nada fiable posicionalmente. Mejoró muchísimo en la segunda parte.
Juan Carlos. Está bien de forma, o sea, muy rápido; ni así le alcanza para ser un extremo de calidad, pero sí un buen lateral si se aplica, como hizo. Pusilánime en el 1-1.
Baptistão: Errores y jugadas para la galería en el primer tiempo dieron paso a trabajo y acierto en el segundo. Es un cara o cruz.
Castro: Desaparecido, pero metió su golito ¿Basta con eso?

Vadillo: Su aparición en el 1-2 fue decisiva.
Molina: A pesar de su (como cuando Garrido) extraña posición, luego permutada con Léo, pisó el área, peleó y acertó.
Nono: Salió para tocarla y guardar el sitio y lo hizo bastante bien.

lunes, 24 de marzo de 2014

Betis 0 – Atlético de Madrid 2 (29ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (0): Adán; Amaya (Nono, m. 26), Paulão, Jordi Figueras, Chica; Juanfran, N'Diaye, Lolo Reyes (Matilla, m. 74), Juan Carlos (Cedrick, m. 69); Braian Rodríguez y Jorge Molina.
ATLÉTICO DE MADRID (2): Courtois; Juanfran, Godín, Miranda, Filipe Luís; Gabi, Mario Suárez; Arda (Villa, m. 64), Raúl García (Diego, m. 59), Koke (Sosa, m. 83); y Diego Costa.
0-1, m. 57: Gabi. 0-2, m. 63: Diego Costa.
Árbitro: Estrada Fernández (Comité Catalán). Mostró tarjeta amarilla a Jorge Molina, Matilla, Filipe Luis, Diego y en dos ocasiones a Braian Rodríguez, expulsado en el minuto 55.
31.000 espectadores en el Benito Villamarín. Muy buenas condiciones de clima y césped.

El Betis ha culminado su semana horribilis perdiendo la última ocasión de engancharse a alguna posibilidad de permanencia. Hizo el Betis, sin embargo, una buena hora de juego ante el actual líder, además muy interesante tácticamente.

Primera parte
Bien conocido es el método por el que Simeone ha conseguido la milagrosa transformación de un mediocre Atlético en uno al nivel del Barça o el Madrid, dos clubes en los que ni uno solo de sus jugadores de campo soñaría con jugar de titular: un tono físico fuera de lo humano (aunque algo moderado este mes de marzo), las ayudas externas propias de un club de la villa y corte, y un dispositivo táctico tan rudimentario como rácano. Consiste este en renunciar por completo al juego interior (que Raúl García sea el mediapunta es muy significativo), no tomar el más mínimo riesgo de pérdida en zonas comprometidas, y por tanto fiar el juego de ataque bien al error del rival y el contragolpe consiguiente, o bien al juego directo a sus dos tanques de arriba; para ambas cosas, y en esto es excepcional, está dotado Diego Costa, al tiempo rápido, alto y fuerte. Coherentemente, el Atlético no abre jamás el campo y suele jugar con falsos extremos y laterales largos: cuando el rival le da el balón, el Atlético abre a las bandas y se limita a colgar balones en busca de remates, de alguna segunda oportunidad tras el despeje o de una ocasión a balón parado.

Consciente de que al menos tenía que tratar de acercarse a ese nivel físico para competirle el partido a este Atlético, Calderón redobló su apuesta por el músculo, visible desde percibió hace tiempo el déficit de su equipo en este aspecto, y por defensas seguros. Sin lateral izquierdo natural, mandó a Chica a ese lado y volvió a usar a Amaya como lateral derecho, elección no por repetida menos llamativa. Sin salida pues por las bandas y con doble pivote también bastante defensivo, de forma congruente aprovechó para refrescar delanteros y apostar por el fútbol directo con un doble tanque arriba, Molina y Braian. De camino se ahorraba el equipo los errores en la salida de balón por los que el Atlético suspira, y reforzaba la altura para el balón parado en ambas áreas, otro de los métodos favoritos de los equipos sin fútbol.

Con gente lenta atrás, el Betis hacía la presión en una zona media-baja, sin mucho espacio a la espalda de los centrales, bien agrupado a la espera de los pelotazos atléticos. A los 26 minutos Amaya (otra vez un defensa lesionado pronto en un músculo) deja su sitio a Nono y Calderón hace directamente la segunda maniobra del jueves: en lugar de atrasar a N'Diaye lo hace con Juanfran como lateral y entra Nono en el falso extremo derecho. En general hay pocas llegadas, y embarulladas, aunque casi todas son atléticas. Ni unos ni otros pierden la calma: esperan que pase algo.

Inicio de la segunda parte
El Betis aprovecha su cambio para echarse un poco más arriba y meter presión. Llega así una clarísima ocasión.

Minuto 55 al final
Como casi siempre, lo que pasa es a favor del Atlético: el árbitro, que apuntaba ya maneras desde la primera jugada, expulsa a Braian Rodríguez de forma tan reglamentaria como rigurosa. De inmediato el Atlético marca su primer gol, mete a un mediapunta para tocar un poco más en superioridad, marca el segundo, y todo acaba.

Jugador por jugador
Adán: El primer gol era muy complicado pero no totalmente imparable. Por demás, y en particular en salidas por alto, muy seguro.
Amaya: Fuera de zona en cuanto la línea se echaba un poco arriba, llegó tarde a varios cruces. Poco más.
Paulão: Mantuvo a raya a Costa, que ya era algo. Para ser quien es y llevar tiempo sin jugar, rapidito.
Figueras: Jugó casi de libre. Intervino poco, en general bien. Debe meter el pie abajo en el juego largo, no enviar siempre pedradas horizontales.
Chica: Como es él, pero más porque a pie cambiado es incapaz de atacar.
Juanfran: Parece estar mejorando como lateral. Bien.
N'Diaye: Pese a cierta tendencia a conducir demasiado el balón, otro buen partido.
Reyes: Otra exhibición de colocación defensiva. Es imprescindible que permanezca en el equipo: no le faltarán ofertas, porque es jugador de los que se aprecian en las secretarías técnicas.
Juan Carlos: Con sus errores técnicos incluidos, hizo un aceptable partido ofensivo y fue bien al choque. Buen desmarque en la jugada del palo.
Molina: Muy buen juego de pívot y una buena asistencia.
Braian Rodríguez: Demostró sólo cierta validez para el juego del día, y una inaceptable ingenuidad en las tarjetas.

Nono: Sin llegar al nivel de Lolo es otro de los que deben ser importantes la próxima temporada.
Cedrick: Ya en inferioridad amenazó sin fortuna con sus carreras.
Matilla: Tocó bien algunos balones.


viernes, 21 de marzo de 2014

Betis 0 - Sevilla 2 (y 3-4 en los penaltis; partido de vuelta de octavos de final de la Europa League)

BETIS (0): Adán; Amaya, Perquis (Nono, m.14), Jordi Figueras, Juan Carlos; Juanfran, N'Diaye, Lolo Reyes (Jorge Molina, m.92), Cedrick; Léo Baptistão (Salva Sevilla, m.73) y Rubén Castro.
SEVILLA (2): Beto; Diogo Figueiras, Pareja, Fazio, Alberto Moreno; Reyes (Coke, m.50), M'Bia (Vitolo, m.75), Rakitic, Marko Marin; Gameiro y Bacca (Jairo, m.106).
Árbitro: Pedro Proença, luso. Amarillas para M'Bia, Nono, Diogo Figueiras, Jordi Figueras, Coke, Fazio y Jairo.
37.000 espectadores en el Villamarín, incluidos 2.500 sevillistas. Excelentes condiciones de clima y césped.
Goles: 0-1, m.20: Reyes; 0-2, m.75: Bacca.
Penaltis: Vitolo, falla. Rubén Castro, 1-0. Coke, 1-1. Salva Sevilla, 2-1. Kevin Gameiro, 2-2. Amaya, 3-2. Alberto Moreno, 3-3. Rakitic, 3-4. Nono, falla.

El Betis sufrió una durísima eliminación anoche en el Villamarína en un partido extremadamente tenso y entendemos que bien jugado por unos y otros.

Primera parte
Pese al resultado final y con ciertos matices, el partido nos pareció tácticamente bien planteado por parte de Calderón, aunque se echara de menos (¿por parte del cuadro técnico o de los jugadores?) más valentía a la hora de atacar.

El Sevilla puso sobre el campo el equipo previsto y casi obligado. Con graves bajas en el mediocentro y necesitado de marcar goles, hubo de meter ahí al renqueante M'Bia y a Rakitic, más cuatro jugadores muy ofensivos delante de ellos (Marin y Reyes en bandas a pie cambiado, Gameiro y Bacca arriba), formando un teórico 4-4-2. Frente a ese planteamiento y con sus bajas en los laterales (ninguno de los cuatro disponibles), Calderón se veía ante una disyuntiva: por un lado convenía jugar un partido cerrado y de pocas ocasiones, pero por otro convenía aprovechar la gran debilidad de la alineación del Sevilla, que era su grave carencia de recuperadores de balón. En principio el argentino optó por una solución conservadora e introdujo un tercer central, Amaya, en la alineación; sin embargo no jugó, como parecía natural, con una defensa de cinco, sino de cuatro con Amaya y Juan Carlos, improvisado lateral zurdo, en las bandas. N'Diaye y Lolo Reyes eran mediocentros y Juanfran y Cedrick extremos derecho e izquierdo, formando un 4-4-2 muy claro.

Los béticos comenzaron el partido con el bloque medio-bajo, sin presionar hasta el centro del campo (salvo en saques de puerta). Emery acertó con una elección estratégica importante y arriesgada: con balón en posesión del Sevilla en el tramo inicial, impuso un ritmo de juego bajo, para evitar un desgaste que habría acabado con su alineación, muy débil en resistencia física, en veinte minutos. Rakitic venía muy atrás a recibir; el resultado era que el Sevilla atacaba en una especie de 3-3-4, con el croata y los centrales tratando de sacarla limpia, con mucha paciencia, ante Castro y Baptistão, cuya consigna era claramente no dejar recibir con comodidad al cerebro sevillista y permitir a cambio la salida, en su caso, de Pareja o, mejor, de Fazio.

El plan parecía ir bien para los locales (juego lento y cerrado, pocas ocasiones) aunque su juego parecía demasiado pasivo: nunca se soltaban en ataque y tampoco hacían sufrir al Sevilla con posesiones largas. Lesionado Perquis (dentro de la mala noticia, tácticamente la mejor baja posible), Calderón opta por la solución más conservadora: retrasa a N'Diaye y mete a Nono en el sitio de este. En un error llega el 0-1, pero el partido cambia poco.

A la media hora Calderón, vista la pérdida de empuje en el centro y la tarjeta a Nono, olvida su pánico a poner a Juanfran en el lateral y sitúa a los suyos de una manera más natural, como en Kazán: N'Diaye vuelve a su sitio y Nono es falso interior derecho. Atascado por la vigilancia a Rakitic, el Sevilla trata de mejorar su circulación con recepciones interiores de M'Bia y de Marin. El Betis no pasa apuros.

Segunda parte
El Betis se suelta por fin y, fundido el mediocampo sevillista, asedia el área sevillista. Sin embargo, la falta de acierto –o de calidad– y la precipitación (muchos tiros lejanos) le hacen desperdiciar muchas situaciones favorables sin convertirlas en ocasiones claras reales, con alguna rara excepción. Con problemas físicos Reyes, el Sevilla se reorganiza: Coke lo sustituye y empuja a Diogo al extremo derecho, donde hace pasar ciertos problemas a Juan Carlos.

El Betis pierde empuje, el partido se nivela y el Sevilla encuentra cierta fluidez gracias a las recepciones atrasadas de Marin: los mediocentros béticos no van a buscarlo arriba y el alemán agita con su habilidad; sigue habiendo pocas ocasiones pero llega así el 0-2. Poco antes Salva había sustituido arriba a Léo, fundido, y de inmediato M'Bia deja a Coke como mediocentro de emergencia: Diogo vuelve al lateral y Vitolo entra como extremo. Igualada la eliminatoria, el Betis trata de irse arriba pero apenas asusta. Lesionado Lolo Reyes, Calderón arriesga: Molina entra arriba y Salva pasa al mediocentro junto a N'Diaye.

Prórroga
Cansadísimos ya unos y otros, el Betis empuja algo más pero todos guardan las posiciones y el miedo a perder se impone. El Betis acaba con su trío ofensivo de Segunda (Salva, Molina y Castro). Emery asegura: retira a Bacca.

Penaltis
Llamó la atención el silencio sepulcral del público previo a cada penalti, que no transmitió confianza a los suyos pese al buen inicio de la tanda.

Jugador por jugador
Adán: Poco que hacer en los goles, bien por demás.
Amaya: Mejor como central que como lateral, como es lógico.
Perquis: Sin tiempo para intervenir.
Figueras: Buen partido, muy serio atrás. Abusó un tanto del pelotazo.
Juan Carlos: Demostró tener buenas condiciones para ser lateral. Es muy difícil de superar en carrera y su manejo de pelota, escaso para un extremo, es suficiente para ese puesto.
Juanfran: Prácticamente no apareció por el partido hasta que fue retrasado al lateral. Ahí cerró aceptablemente y trató de enganchar jugadas con Nono, aunque no profundizó.
N'Diaye: Preocupado, como siempre, por guardar el sitio, hizo un buen encuentro en líneas generales, sobre todo en el segundo tiempo, pero fue protagonista negativo en las jugadas decisivas: falló el despeje del 0-1, fue desbordado por Marin en el origen del 0-2 y falló un penalti.
Lolo Reyes: Hasta que pudo, otro partido ejemplar: intervino poco pero siempre en el momento justo, en defensa y en ataque.
Cedrick: Gran esfuerzo físico y, arriba, menos acierto que nunca. Debe mejorar mucho su juego de combinación.
Léo Baptistão: Mucho trabajo para cerrar la salida sevillista y alguna precipitación arriba. Tuvo el 1-1.
Castro: Más preocupado por ser el primer defensa que el último delantero, estuvo bien fuera del área pero muy desacertado en ella, cosa rara en él. Intrascendente en la eliminatoria.

Nono: Como es propio de él, se le salió la cadena dos veces, en el funesto penalti final (que lo señalará de por vida) y antes con una pronta tarjeta. En el juego, voluntarioso y fluido.
Salva Sevilla: No encontró el último pase, para lo que se supone que salió, ni acertó en las faltas en torno al minuto 90. Mejor como mediocentro.
Molina: Varias buenas recepciones de espaldas, aunque no halló balones en el área. Delantero, veterano, especialista y fresco, debió dar un paso adelante en la tanda pese a sus fallos recientes en esa suerte.

domingo, 16 de marzo de 2014

Elche 0 – Betis 0 (28ª jornada de Liga de Primera División)

ELCHE (0): M.Herrera; Damián, Botía, Lombán, Cisma; R.Pérez, Javi Márquez; Carles Gil (Fidel, m. 83), Del Moral (Rodrigues, m. 59), Coro; y C.Herrera (Boakye, m. 70).
BETIS (0): Adán; Chica, Perquis, Jordi Figueras, Dídac (Caro, m. 16) (Amaya, m. 39); Cedrick, Nono, N'Diaye, Salva Sevilla; Léo Baptistão (Vadillo, m. 70) y Rubén Castro

El Betis ha perdido esta mañana muchas de sus escasísimas posibilidades de eludir el descenso. El equipo ha pagado el conservadurismo de su banquillo y –en forma de cansancio y lesiones– la acumulación de esfuerzos debida a la Europa League.

Primera parte
Calderón refresca muy poco el equipo respecto al derbi del jueves: aparece Chica como lateral derecho para aliviar al seguramente muy cansado Juanfran, y Nono por Reyes como mediocentro, a la derecha de N'Diaye. En las bandas inician el partido Cedrick a la derecha y Salva a la izquierda, aunque mediada la primera parte permutan posiciones para el resto del partido. Arriba quedan de nuevo Léo y Castro para formar un 4-4-2 bien adaptado a las posibilidades de esta plantilla.

Enfrente el Elche planta el previsto 4-2-3-1 con Coro como mediapunta. Toca con paciencia y el Betis espera atrás, con sus dos delanteros defendiendo a la pareja de centrales y el mediocentro retrasado ilicitano, generalmente tomado por un Baptistão algo más retrasado que Rubén; uno de los centrales del Elche sale generalmente con el balón más o menos limpio pero las jugadas suelen acabar en centros laterales bien controlados por los centrales béticos. El Betis llega poco arriba, sobre todo en conducciones de Cedrick. Los delanteros aparecen poco: apenas les llegan pelotazos altos en los que Castro tiene poco que hacer.

Pronto empiezan los problemas para Calderón en forma de lesiones: al cuarto de hora Dídac sufre un golpe y no puede seguir. El técnico opta por la decisión más conservadora: Caro (recordemos: es central) entra como lateral derecho y Chica pasa al izquierdo, perdiendo así el Betis la escasa proyección por bandas que tenía. A los 39 minutos la cosa empeora: Caro se lesiona en la rodilla y Calderón pierde su segunda oportunidad de sacar a Juanfran del banquillo: en las desesperadas circunstancias actuales y con ya solo 50 minutos de juego por delante estimamos que comete así –a nuestro entender y salvo problema físico importante de Juanfran– un grave error, pues es Amaya, un central muy central, quien sale como lateral derecho de emergencia.

Segunda parte
El equipo sigue en teoría en su 4-4-2, pero por tendencia natural el vallecano tiende a meterse casi de central, y –sin cambios para refrescar a gente tan castigada como Salva, Cedrick o N'Diaye– el cansancio hace mella en el equipo, que se mete muy atrás y apenas busca la portería contraria. Sin salida por los laterales, las carreras de Cedrick son definitivamente el único argumento ofensivo del Betis. El Elche no llega con claridad pero sí por insistencia, y los balones colgados (cansado también para saltar y algo desconcentrado el visitante) están a punto de traer un disgusto.

A nuestro entender Calderón yerra también en el último cambio: reventado físicamente Baptistão, al retirarlo procedía buscar el gol como fuese, y no es Vadillo hombre llamado por esos caminos; sí era Molina el hombre adecuado, quien además habría dado una salida más al equipo (el pelotazo arriba). Correcta, aunque rara, nos parece al menos la posición inicial de Vadillo como segundo delantero, donde había esperanza de que se acercase al gol, algo difícil con Salva Sevilla ahí, como se demostró al final cuando permutaron posiciones: el virgitano, cansadísimo, desperdició un par de contragolpes claros.

El Elche mete gente nueva arriba sin tocar el esquema, y aprieta pero no se vuelve loco en busca de Adán. Sin apenas refresco y con plomo en las piernas el Betis acaba demasiado atrás.

Jugador por jugador
Adán: Se le notó por fin un defecto (el único detectable hasta ahora) que ya apuntaba en partidos anteriores: es demasiado renuente a salir a la anticipación en balones frontales rasos, a la espalda de los centrales. Por demás, perfecto.
Chica: En su línea de corrección defensiva, cierta lentitud, intensidad y muy poca proyección (menos aún por la izquierda).
Perquis: Despejó mucho pero anduvo al borde del penalti en varias ocasiones.
Figueras: El mejor atrás, y parece mentira que escribamos esto. Muy bien colocado, estuvo incluso rápido para corregir algún error propio.
Dídac: Apenas tuvo tiempo de nada.
Cedrick: Recorrido y esfuerzo descomunales. Falló, como tantas veces, en la finalización de las jugadas, pero no se le puede pedir mucho más a quien defiende como centrocampista (siguió siempre a su lateral) y ataca como delantero, dando la única salida al equipo.
Nono: No tuvo su mejor día en el pase, pero cumplió.
N'Diaye: Por ponerle una pega, tal vez (dada la situación) debió descolgarse un poco más en ataque, aunque tampoco se puede pedir mucho más de quien tabica su zona en defensa y la juega casi siempre bien, en pases y conducciones.
Salva Sevilla: Buen trabajo dentro de sus posibilidades y cierta fluidez. Al final perdió ocasiones claras: estaba totalmente fundido.
Baptistão: Otro de los que notaron el esfuerzo. Jugó medio partido tocado. Dejó poco más que un par de detalles.
Castro: Punzante cuando pudo, pero no es hombre de irse de tres y casi nunca encontró socios.

Caro: Forzado de nuevo a jugar en un puesto que no es el suyo, apenas cumplió. Lesión fea.
Amaya: Hizo lo que pudo. Bien en defensa y nulo en ataque, salvo un par de buenos cambios de juego.
Vadillo: No le salió casi nada, pero además su actitud –casi displicente– es difícilmente justificable.

viernes, 14 de marzo de 2014

Sevilla 0 - Betis 2 (partido de ida de los octavos de final de la Europa League)

SEVILLA F.C. (0): Beto; Coke (Diogo Figueiras, M. 46), Fazio, Fernando Navarro, Alberto Moreno; Iborra, Cristóforo (Gameiro, m. 46); Vitolo (Marko Marin, m. 65), Rakitic, José Antonio Reyes; y Bacca.
BETIS (2): Adán; Caro, Perquis, Jordi Figueras, Dídac; Juanfran, Lolo Reyes (Amaya, minuto 79), N’Diaye, Cedrick (Vadillo, minuto 73); Rubén Castro (Salva Sevilla, minuto 67) y Léo Baptistão.
Goles: 0-1, minuto 15: Baptistão. 0-2, minuto 76: Salva Sevilla.
Árbitro: Cuneyt Çakir, turco. Tarjetas amarillas para Cedrick, Leo Baptistao, Iborra, Caro, Jordi Figueras y Adán.
Tres cuartos de entrada en el Sánchez-Pizjuán, con unos dos mil béticos en las gradas. Condiciones excelentes de clima y piso para el fútbol.

El Betis ha hecho un buen partido y ha cosechado un magnífico resultado esta noche en Nervión. Al buen planteamiento de Calderón se ha unido a la labor del portero y un puñado de suerte para poner al Betis en una ventaja muy importante –no definitiva– para pasar a cuartos.

Primera parte
Emery optó por un planteamiento previsible y precavido: su 4-2-3-1 de los últimos tiempos, con Iborra y (baja Carriço) Cristóforo como mediocentros, Rakitic en la mediapunta, Reyes y Vitolo en las bandas a pie natural y Bacca arriba.

La alineación bética hacía temer que Calderón repitiese el error de Granada de oponer una defensa de tres centrales a un equipo que jugaba con un solo punta. Fuese o no esa la intención del entrenador bético (si tal vez esperaba a un Sevilla con dos delanteros), Calderón dispuso a la hora de la verdad un claro 4-4-2: Caro era lateral derecho, Reyes y N'Diaye (derecha e izquierda) los mediocentros, Juanfran y Cedrick los extremos derecho e izquierdo, y Castro y Baptistão (caídos respectivamente a derecha e izquierda) los delanteros. El equipo bético, si no una gran calidad técnica, sí ponía en el campo un once físicamente competitivo, al contrario de lo ocurrido tantísimas veces esta temporada.

El partido estuvo a punto de empezar como suelen los últimos derbis en Nervión, pero Adán marcó las diferencias al detener una clarísima (e intolerable por parte bética) ocasión de Bacca. A partir de ahí el Betis se rehizo y mostró su planteamiento: ultradefensivo, sin intención alguna de jugar el balón y con dos líneas bien juntas atrás. Esa primera parte no pasó de aceptable (casi floja) por parte bética: el Sevilla llegó regularmente al marco bético y los hoy verdinegros apenas se asomaron esporádicamente a la portería sevillista.

El Sevilla, siempre con posesión, abría el campo y se escalonaba muy bien en ataque: Iborra quedaba como ancla, Rakitic y Cristóforo hacían de interiores (sin venir casi nunca a estorbar la salida de balón de los centrales), y los extremos jugaban muy cerca de la cal. A ello se le sumaba una mala elección de Calderón: los puntas béticos defendían muy paralelos (dejando a Iborra a su espalda) y además Castro, el más flojo a la hora de defender, se emparejaba con el central sevillista de mejor salida en conducción, Navarro, que empezaba la jugada con poca oposición. Esa situación de los delanteros tampoco era ventajosa en ataque, pues ni Léo podía aprovechar sus centímetros ante Fazio ni Rubén su habilidad ante el más rápido Navarro.

El planteo bético, además de garrido en defensa (bien concentrado el equipo), también tenía algunas virtudes: los pares estaban claros, el equipo hacía pocas faltas (temibles por los balones a la olla), Juanfran vigilaba al peligroso Moreno y sacaba mucho partido de su posición (pues con el equipo tan atrás aprovechaba su potencia lejos de la puerta sevillista), Rakitic estaba bien vigilado por los mediocentros béticos, y la banda derecha sevillista, con la ayuda de Cedrick, nunca creaba peligro. Además los centros cruzados sevillistas tenían poco remate (Rakitic no tiene mucho recorrido) y eran controlados por Adán, siempre excelente en ese juego. Aun así los locales llegaban con demasiada frecuencia por el centro (muy móvil Bacca) y por la espalda de Caro, lento y mal ubicado; sin embargo, fue el Betis el que se adelantó en el marcador.

Segunda parte
Emery, deslumbrado por el resultado y ciego a la superioridad en juego de su equipo –lo que funciona, aunque no lo aparente, no se toca–, corrige los defectos del planteamiento bético: invierte la posición de sus extremos, retrasa a Rakitic al mediocentro y mete un punta más, de modo que embotella el ataque del Sevilla, que nunca más pisará con profundidad las bandas, pese a tratar de mejorar su derecha con un cambio de lateral. Calderón, contra lo esperable, no pasa a defensa de cinco; el Betis junta aún más las dos líneas de atrás y –fuese por correcciones en el vestuario o por la inestimable ayuda del rival– se cierra mucho mejor por dentro. Sigue sin tener el balón pero ya apenas pasa apuros defensivos.

Calderón además invierte las posiciones de Léo y Castro, ahora mejor perfilados en defensa y ataque. Con el Sevilla partido por la mitad el técnico bético quiere aprovechar el latifundio abierto en el mediocampo local: mediado este tiempo mete a Salva pero, para sorpresa de quien esto escribe, no por el tarjeteado Cedrick sino por Castro: Salva le da la razón en menos de quince minutos. Para entonces el extremo congoleño había sido sustituido en su puesto por Vadillo y Emery había terminado de hacer su embudo por el centro con la entrada del habilidoso Marin como teórico extremo izquierdo. Muy al final Lolo Reyes, lesionado, es sustituido por Amaya como mediocentro.

Jugador por jugador
Adán: Partido para el recuerdo. Decisivo al inicio, su muy buen juego aéreo evitó una de las desastrosas vías de agua del Betis en sus últimas visitas a Nervión. Es alto y se coloca bien, es decir, para más incluso de lo que parece.
Caro: Flojo partido. Estuvo voluntarioso, pero no supo cerrar su espalda y maltrató el balón.
Perquis: Tras su infame patinazo inicial se rehizo. Aceptable.
Jordi Figueras: Lento como es, cierra muy bien los tiros, detalle muy importante en varias jugadas hoy. Bien colocado.
Dídac: Parece otro. Fue de los pocos que la sacó con sentido, y, físicamente muy mejorado, cerró su banda a cal y canto.
Juanfran: Gran partido. Durante muchos minutos (con mención especial al tramo final del primer tiempo) fue la única vía de salida del equipo. Muy buenos plátanos a balón parado y corrido.
Lolo Reyes: Partido de esos de labor oscura. No tuvo opción de jugar el balón porque el Betis siempre lo hizo volar sobre su cabeza. Su lesión, si es más de la contractura que aparenta, podría ser un grave contratiempo.
N'Diaye: Primera parte también de trabajo en la sombra, y enorme segundo tiempo, donde pudo soltarse en varias jugadas sin perder sin embargo el sitio casi nunca. Recuerda, y es muchísimo decir, a Yaya Touré. Si los partidos duraran 130 minutos no lo notaría.
Cedrick: Muy en su línea: mucho trabajo (el suyo y el que fuerza en el rival) y errores técnicos en la finalización: en la primera parte falló un control y un cabezazo en situaciones muy claras.
Léo: Metió un buen gol y falló la ocasión más clara del partido. Tiene mucha calidad y le falta instinto asesino.
Castro: Muy lejos de la portería y con muy poco balón potable, apenas pudo hacer nada. Se fue enfadado.

Salva Sevilla: Un buen gol y mucho trabajo.
Vadillo: Mal, tal vez por la inactividad. El partido estaba para él pero no le salió nada.
Amaya: Cerró bien en su ratito.


sábado, 8 de marzo de 2014

Betis 2 – Getafe 0 (27ª jornada de Liga de Primera División)

BETIS (2): Adán; Juanfran, Perquis, Jordi Figueras, Dídac; Lolo Reyes; N'Diaye, Salva Sevilla, Cedrick (Nono, m. 64); Léo Baptistão (Braian Rodríguez, m. 80) y Rubén Castro (Juanma, m. 84).
GETAFE (0): Codina; Valera, Rafa, Lisandro (Borja, m. 75), Roberto Lago; Pedro León, Juan Rodríguez, Lacen (Gavilán, m. 54), Diego Castro (Colunga, m. 54); Sarabia y Lafita.
Goles: 1-0, minuto 15: Léo Baptistão. 2-0, minuto 38: Rubén Castro.
Árbitro: Undiano Mallenco, Navarro. Amarillas para Sarabia, Perquis, Lafita, Gavilán, N'Diaye y Braian Rodríguez.
Condiciones de césped y temperatura óptimas para el fútbol. 30.000 espectadores.

Buen partido del Betis ante un Getafe flojo y sin alma. El Betis llega a este punto de la temporada en su nivel más alto hasta el momento, justo a tiempo para la eliminatoria europea frente al Sevilla aunque tarde para salvar la categoría.

La mejora del Betis se basa en lo táctico y lo físico, que como efecto secundario han tirado mucho de lo anímico y, en algún caso como el de Dídac, parecen mejorar incluso lo técnico. En lo táctico, Calderón y su staff conocen ya bien al equipo (aunque han tardado un mes más de lo debido), lo sitúan con inteligencia, tienen plan de juego y estudian al rival. En lo físico al progreso general del estado de la plantilla se han sumado la aportación de N'Diaye y el fichaje de Cedrick, inexplicablemente olvidado por Mel y Garrido. Como si el viento se viera obligado ahora a soplar a favor, la suerte y la actuación arbitral (más el acierto de Adán) hicieron también su trabajo para el Betis.

Los técnicos béticos parecieron estudiar al rival mejor de lo que lo habían hecho Mel y sus ayudantes la temporada pasada y esta misma: por fin establecieron un plan defensivo que trataba de ahogar la banda derecha del Getafe, la de Pedro León, aun a costa de dejar espacios en la contraria. Idearon un curioso 4-1-3-2 asimétrico, parecido al sistema de Kazán, en el que N'Diaye quedaba en una posición similar a la de Nono ese día: Lolo Reyes era el medio de cierre, N'Diaye el interior derecho, Salva el izquierdo, Cedrick extremo en esa banda, y Castro y Baptistão (tirados respectivamente a izquierda y derecha) jugaban como delanteros. De este modo se aprovechaban las características de todos los jugadores béticos: Léo y Castro jugaban cerca del área, Juanfran tenía recorrido en toda la banda y Cedrick ayudaba a cerrar la derecha getafense; y se dejaba cierta salida en el lado más flojo del Getafe, el de Roberto Lago, pero con vigilancia lejana de N'Diaye, un hombre que tapa muchísimo campo.

Primera parte
Sin mucho que perder, el Betis salió a presionar arriba desde el principio, con una línea de cuatro atrás muy alta que arriesgaba mucho con el fuera de juego (tal vez demasiado para rivales de más entidad que este Getafe). El Getafe quedaba en defensa en un 4-4-2 con Lafita y Sarabia arriba y León y Castro en las bandas, más Juan Rodríguez y Lacen como mediocentros. Casi nunca tuvo el balón. Calderón y sus técnicos demostraban tener bien estudiado al rival incluso en los detalles: en los saques de puerta de Codina, N'Diaye permutaba posiciones con Salva Sevilla, de modo que quedaba emparejado con el objetivo de los pelotazos del portero, Rodríguez, impidiendo así incluso la salida en largo de los visitantes.

El partido era de ritmo alto, sobre todo por parte del Betis, que robaba mucho en el centro y salía rápido a la contra. En ataque estático Cedrick percutía una y otra vez por su banda. La clara superioridad bética se tradujo en dos goles.

Minutos del 45 al 65
El Getafe quema las naves y se va arriba, pero a cambio de alguna ocasión aislada deja espacios enormes a su espalda. El Betis demuestra entonces falta de ambición y carencias de calidad: desperdicia varios contragolpes en clara superioridad. El partido se convierte en un correcalles.

Minuto 65 al final
Calderón decide acabar con el descontrol: Nono entra como interior derecho, N'Diaye pasa al izquierdo, Salva pasa a la banda de Cedrick. Brian entra por Léo y se pega un poco más a la banda para cerrarla. El Betis marea el balón y deja pasar los minutos. El Getafe lo intenta pero con escasa fe en remontar. Muy al final Braian se coloca arriba y Juanma tras él, con Nono más abierto a la derecha.

Jugador por jugador
Adán: Gran partido. Excelente en las salidas a los balones cruzados (mide muy bien) y acertado bajo palos.
Juanfran: Aprovechó bien su banda.
Perquis: Muy anticipativo y rápido, al estilo Mario.
Jordi Figueras: En su mejor forma parece un central casi aceptable. Incluso sacó un balón bajo los palos.
Dídac: Parece otro. Está mucho mejor físicamente y tiene mucha más confianza con balón.
Lolo Reyes: Es un manual de colocación defensiva: siempre aparece en el momento justo para hacer la ayuda precisa. A cambio, es lento en corto, así que no debe tocarla más de dos veces seguidas. Recuerda a Ito.
N'Diaye: Excelente partido. A su brutal potencia y gran recorrido ha demostrado que une suficiente calidad en corto con balón para poder jugar de interior adelantado, como hoy. En la segunda parte, pletórico, rondó el gol varias veces.
Salva Sevilla: Dentro de sus limitaciones físicas dio fluidez al juego por la banda izquierda.
Cedrick: Partido de notable alto, que le faltó abrochar con algún gol o asistencia. Muy rápido, se fue mil veces de su lateral, al que además siguió en defensa. No sólo juega bien sino que en ataque y en defensa incordia mucho al rival. Bajó bastante con el paso de los minutos. Es realmente inexplicable que en el tristísimo Betis de esta temporada haya sido un marginado.
Léo Baptistão: Por fin marcó, algo que venía necesitando porque por demás su rendimiento neto es más flojo de lo que aparenta. Tiene mucha calidad pero no le saca el partido debido.
Rubén Castro: Al contrario que Léo, siempre es más de lo que parece. Otro golito.

Nono: Metió intensidad y manejo.
Braian Rodríguez: Dio buena impresión. Cerca del gol.
Juanma: Salida casi simbólica. Parece rapidito en corto.


domingo, 2 de marzo de 2014

Villarreal 1 – Betis 1 (26ª jornada de Liga de Primera División)

VILLARREAL (1): Asenjo; Mario, Gabriel, Pantic (Trigueros, m. 67), Jokic; Moi Gómez, Pina, Bruno, Nahuel (Óliver Torres, m. 46); Perbet (Uche, m. 46) y Giovani dos Santos. 
BETIS (1): Adán; Juanfran (Juanma, m. 76), Amaya, N'Diaye, Jordi Figueras, Dídac; Nono (Braian Rodríguez, m. 83), Salva Sevilla; Baptiso (Chica, m. 57), Rubén Castro y Cedrick.
Goles: 1-0. m. 71, Bruno, de penalti; 1-1. m. 83, Rubén Castro.
Árbitro: Iglesias Villanueva (Comité Gallego). Mostró amarilla a Dídac, Salva Sevilla, Amaya y Chica. Expulsó a Uche en el minuto 80 por doble amarilla. No interpretó como voluntarias unas claras manos en el área del Villarreal y sí pitó un penalti inexistente contra el Betis.
Estadio: El Madrigal. Terreno de juego en perfectas condiciones. 17ºC de temperatura. 24.000 espectadores.

Tarde, muy tarde
El Betis ha jugado hoy un buen partido en el que bien pudo llevarse la victoria. Aunque ya sin tiempo para salvar la categoría, el equipo sí muestra por fin síntomas de normalización, y gracias al empaque físico de gente como N'Diaye y Cedrick y a una concentración defensiva que no existía hace dos meses es ahora un rival áspero.

Primer tiempo
El partido se presentaba torcido para los béticos: adelanto de horario y retrasos en un viaje larguísimo, bajas de jugadores importantes como Reyes y Perquis –aunque también alguna positiva para el equipo– y visita a un rival potente –quinto en la Liga–. Para el Villarreal hubo también algunos problemas, notablemente la baja de varios centrales, entre ellos Dorado, que obligó a Marcelino a improvisar en esa zona.

Calderón volvió a retrasar a N'Diaye al centro de una defensa de cinco. Al contrario del caso de Granada, esta vez sí había una justificación táctica para ello: el Villarreal, hoy en 4-4-2 claro, sí juega con dos verdaderos delanteros, de modo que meter tres centrales era razonable para quedar en superioridad en esa zona. No repitió además el argentino el experimento del falso delantero, sino que metió arriba una línea de tres con, de derecha a izquierda, Baptistão, Castro y Cedrick (estos dos últimos permutaron posiciones a ratos); aunque las bandas serían de nuevo un punto débil, al menos los extremos partían de mejor posición para seguir a los laterales del Villarreal, siempre largos.

El otro punto débil de la alineación bética era la endeblez física de sus mediocentros, Nono y Salva, aunque retrasado N'Diaye no hubiera mucho más para elegir. Esforzados, mantuvieron sin embargo aceptablemente la posición a costa de dar algunos metros a sus rivales y hacer pocas ayudas a las bandas. Por suerte para ellos sus pares, Bruno y Pina, son mediocentros muy mediocentros (con tipo de central y más bien estáticos), y aunque tocaron bien el balón jugaron en paralelo sin escalonarse para pedirla entre líneas.

Sin balón y muy atrás el Betis por la alineación elegida, pasaba pocos apuros por dentro porque los centrales tenían permiso para salir a la anticipación contra Perbet o De los Santos cuando la pedían a la espalda de Nono o Salva. Los problemas para el Betis llegaron casi siempre por los costados (más por el de Dídac en la primera mitad), pues Léo y Cedrick llegaban muchas veces tarde a la persecución de los laterales. Como las mantas pequeñas tapan siempre algo, la superpoblación de centrales y su superioridad física barrió bien los muchos centros laterales, no siempre precisos, de los locales.

El Betis, con Baptistão desaparecido en ataque, apenas llegaba en alguna arrancada de Cedrick, aunque durante el último cuarto de hora tuvo alguna posesión más larga.

Segunda parte hasta el 1-0
El partido comienza de modo similar, aunque la entrada de Óliver como falso extremo izquierdo, par menos detectable para un Juanfran muy abierto, provoca problemas en la banda derecha del Betis, con un Baptistão cada vez más renuente a seguir a su lateral, Jokic. Calderón decide reforzar la zona: adelanta a Juanfran y le pone detrás a Chica. El Betis se cierra aún más pero el Villarreal sigue sin llegar casi nunca; incluso prescinde de un central y atrasa a Bruno para meter en el mediocampo a Trigueros. Como ni así lograba llegar, el colegiado decide llegado su momento de gloria: se inventa un penalti –sin excusa posible, pues estaba a cinco metros–.

Desde el 1-0 hasta el final
El Betis trata de adelantar líneas y el colegiado decide malcompensar con una rigurosísima expulsión de Uche. El Villarreal cede el balón y se mete muy atrás pero, agotados los cambios, lo hace sin especialistas defensivos y con centrales postizos. Calderón reacciona: adelanta a N'Diaye al mediocampo y mete arriba a Rodríguez. El Betis, por fin con actitud ganadora, huele la sangre y acierta con la vía de ataque, la aérea. Salva viene a recibir cerca de los centrales y resulta un 4-4-2 en rombo (el canterano Juanma como extremo derecho) con el que bombardea el área local. Llegó el empate y debió llegar el gol del triunfo –aunque pudo también hacerlo el 2-1– en el carrusel de ocasiones final.

Jugador por jugador
Adán: Por fin un portero que gana algunos puntos. Muy bien en los balones cruzados y menos con los pies.
Juanfran: Desacertado en ataque pero activo en defensa.
Amaya: Parece progresar. Falta hace.
N'Diaye: Definitivamente, un muy buen fichaje, juegue de lo que juegue. Anduvo cerquísima del 1-2 en el descuento.
Figueras: Tiene buenos conceptos defensivos, pero su falta de cualidades es manifiesta. En ataque se limitó a enviar pedradas verticales y planas.
Dídac: Ha tardado ocho meses en parecerse al lateral que se esperaba. Pasó sus apuros defensivos ante Moi Gómez, pero al menos ya no maltrata la pelota, e incluso centró muy bien en el 1-1.
Léo Baptistão: Tirado a un lado perdió mucho, como siempre. Más voluntarioso de lo habitual en defensa.
Nono: Otro buen partido, con mucho esfuerzo y recorrido en defensa.
Salva Sevilla: Mantuvo aceptablemente la posición y trabajó lo que pudo, aunque lógicamente se descolgó poco en ataque.
Cedrick: Se vació con mil sprints para encarar a su lateral. Aunque por sus limitaciones acabe poco, hace trabajar mucho al rival, llega arriba y da salida al equipo.
Castro: Le falta un punto de velocidad, pero la que tiene va para dentro.

Chica: Aunque el penalti no existiera, a un jugador con sus limitaciones y cualidades se le supone al menos fiable a la hora del despeje. Mal en ataque.
Juanma: El juego frontal no le permitió tocar el balón.
Rodríguez: En sus pocos minutos apenas pudo entretener a los centrales para que rematasen otros.