Diferentes razones han provocado que el bloque ofensivo de la primera plantilla bética sufra también un cambio radical, aunque afortunadamente Molina y Castro seguirán ahí: se ha perdido a Pabón, se ha dejado escapar a Pozuelo y Campbell, no se tuvo el menor interés en Molins y se tiene aún puesta alguna esperanza en que Ezequiel, en un ambiente personal mucho más apropiado que el de hace un año –ha sido cedido al Recreativo–, saque partido a sus excelentes condiciones físicas y técnicas, que no parecen bien acompañadas en ningún otro aspecto.
Analicemos entonces los hombres con que se cuenta hoy para los puestos de arriba.
Mediapuntas
El fichaje estrella de esta pretemporada, Verdú, refuerza con un jugador veterano (30 años) pero de calidad una posición importante y mal cubierta en años anteriores: por ella desfilaron demasiados jugadores. El catalán ha sido comparado con Beñat por la prensa, pero en realidad es un jugador totalmente distinto y mucho más apropiado para la posición de mediapunta central en un 4-2-3-1: imaginativo, con último pase, rapidez de movimientos, habilidad y cierto gol. Desde hace seis temporadas promedia 35 partidos en Primera y unos siete u ocho goles anuales, cifras bien significativas. Fichado con contrato largo, su único inconveniente es la edad, que puede pesarle dentro de un par de años.
Verdú restará minutos a Salva Sevilla, un hombre con tanta clase como él pero con menos velocidad y gol, aunque tendra sus opciones como sustituo del catalán o alternativa puntual en las posiciones de mediocentro y banda. Vilarchao, aún renqueante del tobillo, y Sergio, una promesa todavía muy joven pero que empieza a eternizarse como tal, tendrán que pelearle los minutos.
Extremos y delanteros
La plantilla configurada por Mel y Stosic parece estar diseñada para usar, como sistema base, un 4-2-3-1 de extremos rápidos y muy adelantados, que tendrán bastante desgaste; pocas veces jugarán arriba dos verdaderos delanteros. El plantel está ya bien surtido en las tres posiciones de arriba, con siete jugadores, aunque un segundo delantero centro puro sería bienvenido.
Dos ex de la cantera del Madrid, Juanfran (diestro) y Juan Carlos (zurdo), parecen destinados a jugar en banda a pie natural por ser más potentes que hábiles, y poco inclinados a usar su pierna mala. El rendimiento de Juan Carlos fue la temporada pasada irregular y descendente: veloz y vertical, amenazó mucho por la banda pero su balance final de goles y asistencias fue pobre, algo preocupante en un hombre que arriesga mucho la posesión y por tanto pierde muchos balones. Más flexible a la hora de soltar el balón parece Juanfran, técnicamente correcto y aplicado en defensa aunque no excesivamente rápido para su posición; vino como jugador polivalente, pero no parece haber convencido a Mel para atrasarlo al lateral.
A pie cambiado suelen jugar Cedric (o Cedrick, o Cédric, que parece que su nombre se ha escrito de muchas maneras), Vadillo y Chuli. El congoleño ya nos dio una muy buena impresión cuando visitó el Villamarín con apenas 19 años. Pequeño, muy rápido (aunque no tantísimo como les parece a sus compañeros en esta pretemporada: los jugadores ligeros de peso como él, del estilo de Sergio o Navas, se ponen en forma muy pronto), diestro pero con buen manejo de las dos piernas, con cierto gol y mucho margen de mejora (tiene 21 años), que un jugador así venga prácticamente gratis nos parece un gran acierto de la secretaría técnica; empezará como suplente para medias horas, pero bien puede acabar de titular en el sitio de Juan Carlos.
Vadillo debe dar ya el puñetazo en la mesa y demostrar lo que se espera de él. Ya se conocen sus virtudes: el descaro, la velocidad y su buen control de balón. Hace falta que concrete mejor cuando pisa el área, que tenga mejor criterio a la hora de seleccionar la jugada (no es raro verle encarar a dos o tres defensas) y que Mel decida cuál es su banda.
El perfil de Chuli es el del buen fichaje posible para las estrecheces económicas del club: joven, andaluz, con proyección y de coste relativamente bajo, sobre todo para un delantero; naturalmente con estas premisas no se puede garantizar que vaya a ser una estrella. Física y tácticamente tiene similitudes con Rubén Castro, en versión zurda: de mediana estatura, rapidito y con aceptable manejo de la pierna mala, puede jugar de punta o tirado a una banda; en el primer caso es bastante listo para bordear la línea de fuera de juego y coger la espalda de los centrales, y en el segundo suele arrancar desde la derecha para dirigir diagonales a la portería. Técnicamente, eso sí, no tiene la enorme calidad del canario, y eso lo penaliza en el porcentaje de acierto ante la puerta, asunto de la mayor importancia.
Poco nuevo cabe decir aquí de Castro y Molina. El primero hizo una de las mejores temporadas de su vida y de un delantero del Betis en Primera, con 18 goles, pese a jugar varios partidos en banda; sólo una cuestión extradeportiva enfangó su fin de curso. Molina ha evolucionado mucho y bien, y pese a no tener casi nunca un puesto indiscutible dio goles, buen juego de espaldas incluso en zonas de mediapunta y mucho trabajo para los centrales rivales. Es precisamente Molina el único jugador sin repuesto natural en las posiciones ofensivas de la plantilla, por lo que el club se está planteando el fichaje de un delantero centro, que podría ser un tanque como el alcoyano (se piensa en Braian Rodríguez, del Huachipato chileno) o dar un perfil más flexible.
Como resumen general, y una vez que el defensa central zurdo Jordi Figueras ha cubierto la vacante en su zona, el único puesto en el que resulta imprescindible traer al menos un hombre de calidad es el mediocentro defensivo. Refuerzos como un lateral izquierdo, un mediocentro ofensivo y el citado delantero centro no serían inconvenientes.
Como siempre, los comentarios serán bienvenidos.
domingo, 21 de julio de 2013
domingo, 14 de julio de 2013
Plantilla 2013-2014: estado de la cuestión (I)
Iniciado ya el trabajo de pretemporada y cerradas en un ochenta por ciento las altas y las bajas, va siendo hora de cerrar balance del año anterior y analizar la configuración de la plantilla bética para el curso 2013-14, cosa que haremos en los dos próximos posts.
Entrenador
Los buenos resultados deportivos, la aceptable revalorización de jugadores jóvenes, la buena imagen proyectada, la comunión con la afición y su, al menos aparente, mejora de relaciones con Stosic (hombre de absoluta confianza de Bosch y por tanto de mucho peso en el club) debían conducir a la continuidad de Mel, renovado en efecto hace un mes hasta 2017. La estabilidad en el banquillo es de por sí buena, aunque rara en España, y en este caso justificada. Habrá sin embargo Mel de mejorar ciertos aspectos de su trabajo: el equipo parece bien preparado en lo técnico y lo físico, los jugadores progresan, hay motivación y buena gestión de vestuario; pero también hay carencias en el juego colectivo (sobre todo en el ataque estático) y en jugadas a balón parado, y cierto empecinamiento en mantener detalles concretos que no funcionan.
Bajas
Mitad por dar gusto a aficiones noveleras, mitad por rebañar comisiones en el meteysaca del mercado de fichajes, los directivos de los clubes españoles han cultivado desde tiempo inmemorial la mala costumbre de hacer limpia en el vestuario y renovar media plantilla cada año. Tal vez sea uno un ingenuo, pero parece que en el caso del Betis de esta temporada el excesivo número de bajas se debe más bien a las penurias económicas del club, que no han permitido retener a canteranos con buen futuro ni a cedidos de caché demasiado caro. Las consecuencias y peligros de ello son la pérdida de valor de la plantilla y su desestructuración humana y táctica, pues se rompen lazos y mecanismos de juego construidos durante años de trabajo y convivencia, más aún al ser canteranos muchos de los emigrados. Lo primero se compensará en liga por la bajada de nivel equivalente del resto de plantillas (en este país de ciegos el tuerto será al menos ministro), y lo segundo dependerá del acierto de la secretaría técnica (que no sólo debe estudiar perfiles futbolísticos, sino también humanos) y del trabajo del entrenador.
Las bajas de Beñat (muy bien vendido), Cañas y Adrián, canteranos situados en puestos clave, serán especialmente sensibles, al igual que la de Pabón. Poco trascendentes resultan a estas alturas las de Casto, Fabricio, Ezequiel (¿quién tuvo la idea de mandarlo a Alemania?), Pozuelo y Ángel. Rubén Pérez, Mario, obviamente útil pero de rendimiento desgraciadamente irregular, y Campbell, futbolista que no progresó durante la temporada todo lo prometido, parecen tener aún alguna opción de continuar, más el segundo. El caso de Agra es un tanto particular: por actitud y condiciones técnicas y físicas parece un jugador válido para la Liga española, aunque algunos pensamos que su puesto natural no es el de extremo; pero Mel no parece dispuesto a probarlo más atrás.
Portería
La lamentable pero inevitable baja de Adrián ha sido cubierta con dos porteros de rendimiento prometedor pero incierto. La carrera del veterano danés Andersen ha sido muy irregular, alternando glorias como su excelente Eurocopa 2012, en la que fue decisivo ante Holanda, con épocas enterrado en la suplencia de equipos de medio pelo, como recientemente en el Évian. Es alto (1,88 cm.), intuitivo, poco espectacular y algo lento de movimientos.
La apuesta a largo plazo debe ser el argentino Sara. Levemente menos alto que Andersen, pero de largos brazos, gusta de las paradas espectaculares y sale por abajo en un estilo muy argentino.Tiene buena fama en su país, en el que ha seguido una trayectoria ascendente junto a su club. Ciertas dudas físicas han hecho que venga cedido con opción de compra: el Betis podrá resolver las incertidumbres que suscita un portero relativamente joven.
Defensa
Las bajas de Ángel y Agra, más unas probaturas con Juanfran que no parecen haber convencido a Mel, llevan a la necesidad de traer a un lateral derecho que compita con el aceptable Chica. El alemán Steinhöfer cierra a estas horas su fichaje. Su perfil es el típico de las meritorias adquisiciones de Stosic: viene gratis, tiene experiencia (Eintracht, Kaiserslautern, y viene de ser titular los dos últimos años en el –en ambos– campeón de la liga suiza) y asegura un rendimiento aceptable pese a no ser famoso; además tiene características más ofensivas que Chica, y esto enriquece el puesto.
En el centro de la defensa la sobrecarga de partidos previsible esta temporada hace imprescindible el fichaje de al menos un central más, renueve o no finalmente Mario (que en cualquier caso raramente juega más de veinticinco partidos por temporada). El buen trabajo de Amaya, Paulão y Perquis da cierta tranquilidad en esta zona.
En el lateral izquierdo nos encontramos con la misma situación que hace un año, pero tras una temporada perdida para Álex Martínez. El canterano necesita partidos (por edad y porque tiene que solucionar carencias tácticas), de modo que si no está en condiciones de pelear el puesto a Nacho (cuya edad recomienda ya además competencia real en el puesto) será mejor cederlo a un Segunda y traer también cedido a otro lateral. Dídac, cuyo fichaje se gestiona, parece una muy buena solución.
Mediocentros
Las zonas interiores del centro del campo cambiarán radicalmente. Toca dar un gran paso adelante a Nosa, que se verá muy favorecido por la baja de Beñat pues, como él mismo considera según Mel, el del vasco es su puesto natural, pese a que su fútbol sea completamente diferente: el africano es poco fiable como mediocentro-ancla y le falta calidad para la mediapunta; pero tiene muy buenas condiciones para ser segundo mediocentro, escalonado con un pivote por detrás (que tape sus carencias tácticas defensivas) y un mediapunta delante (que haga el fútbol de espacios cortos que él no tiene). Ahí lucirá su enorme ocupación de espacios, su dinamismo en ataque, su potente arrancada, su llegada arriba y sus cualidades para la presión adelantada. A cambio Mel hace bien en exigirle un fútbol menos reservón, que no devuelva atrás el balón cuando ya se han rebasado líneas, y tendrá que observar rigor posicional en defensa, porque cuando el enemigo ataque él será el segundo pivote por delante de los centrales.
A falta de la aún posible renovación de Rubén Pérez o, alternativamente, la venida de otro mediocentro defensivo, Lorenzo Reyes parece el único posible compañero de Nosa en esa zona. De su capacidad para el pase largo dependerá que el Betis pueda mantener el modelo de fútbol que practicaba el año pasado, de balones rápidos y verticales a la espalda de las defensas, pues Nosa no alcanza en ese aspecto, ni de lejos, las características de Beñat. Sí parece garantizada una buena presencia física en el medio, así que es probable que Mel vuelva a la presión adelantada con más asiduidad. Reyes da personalidad, aceptable manejo de balón, despliegue físico y mucha inteligencia táctica, y se espera que sea importante en el futuro.
Matilla vuelve tras una aceptable temporada en Murcia: es cierto que fue titular indiscutible e hizo bastantes goles, pero también que el Murcia jugó para él (solía ser mediapunta, muy descargado de trabajo) y que casi lo manda a Segunda B. Como bien viene a decir de nuevo Mel en la muy interesante entrevista arriba enlazada, sus cualidades (físicas sobre todo: es lento en carrera) no alcanzan para hacer ese papel en el Betis, y nosotros añadimos que su intensidad defensiva no le alcanza para ser mediocentro, de manera que aunque tenga calidad técnica su papel difícilmente pasará de muy secundario.
Tampoco está muy claro si Nono tendrá minutos, pues no parece aún en condiciones tácticas de jugar como doble pivote, y, como Matilla, tampoco podrá ser el mediapunta más que en minutos sueltos.
Dado que Verdú, Salva Sevilla, Sergio y Vilarchao jugarán normalmente más arriba (o no lo harán), queda bien claro que la plantilla necesita un mediocentro defensivo y otro ofensivo, que peleen el puesto con Reyes y Nosa (más aún dado que el rendimiento de éstos es prometedor pero incierto). El posible (re)fichaje del aceptable Rubén Pérez, la aparición de Carlos García y el posible fichaje de un central reconvertible a mediocentro pueden ayudar a paliar parcialmente esta carencia, pero aun así se adivina aquí un problema a remediar.
Como siempre, los comentarios serán bienvenidos.
Entrenador
Los buenos resultados deportivos, la aceptable revalorización de jugadores jóvenes, la buena imagen proyectada, la comunión con la afición y su, al menos aparente, mejora de relaciones con Stosic (hombre de absoluta confianza de Bosch y por tanto de mucho peso en el club) debían conducir a la continuidad de Mel, renovado en efecto hace un mes hasta 2017. La estabilidad en el banquillo es de por sí buena, aunque rara en España, y en este caso justificada. Habrá sin embargo Mel de mejorar ciertos aspectos de su trabajo: el equipo parece bien preparado en lo técnico y lo físico, los jugadores progresan, hay motivación y buena gestión de vestuario; pero también hay carencias en el juego colectivo (sobre todo en el ataque estático) y en jugadas a balón parado, y cierto empecinamiento en mantener detalles concretos que no funcionan.
Bajas
Mitad por dar gusto a aficiones noveleras, mitad por rebañar comisiones en el meteysaca del mercado de fichajes, los directivos de los clubes españoles han cultivado desde tiempo inmemorial la mala costumbre de hacer limpia en el vestuario y renovar media plantilla cada año. Tal vez sea uno un ingenuo, pero parece que en el caso del Betis de esta temporada el excesivo número de bajas se debe más bien a las penurias económicas del club, que no han permitido retener a canteranos con buen futuro ni a cedidos de caché demasiado caro. Las consecuencias y peligros de ello son la pérdida de valor de la plantilla y su desestructuración humana y táctica, pues se rompen lazos y mecanismos de juego construidos durante años de trabajo y convivencia, más aún al ser canteranos muchos de los emigrados. Lo primero se compensará en liga por la bajada de nivel equivalente del resto de plantillas (en este país de ciegos el tuerto será al menos ministro), y lo segundo dependerá del acierto de la secretaría técnica (que no sólo debe estudiar perfiles futbolísticos, sino también humanos) y del trabajo del entrenador.
Las bajas de Beñat (muy bien vendido), Cañas y Adrián, canteranos situados en puestos clave, serán especialmente sensibles, al igual que la de Pabón. Poco trascendentes resultan a estas alturas las de Casto, Fabricio, Ezequiel (¿quién tuvo la idea de mandarlo a Alemania?), Pozuelo y Ángel. Rubén Pérez, Mario, obviamente útil pero de rendimiento desgraciadamente irregular, y Campbell, futbolista que no progresó durante la temporada todo lo prometido, parecen tener aún alguna opción de continuar, más el segundo. El caso de Agra es un tanto particular: por actitud y condiciones técnicas y físicas parece un jugador válido para la Liga española, aunque algunos pensamos que su puesto natural no es el de extremo; pero Mel no parece dispuesto a probarlo más atrás.
Portería
La lamentable pero inevitable baja de Adrián ha sido cubierta con dos porteros de rendimiento prometedor pero incierto. La carrera del veterano danés Andersen ha sido muy irregular, alternando glorias como su excelente Eurocopa 2012, en la que fue decisivo ante Holanda, con épocas enterrado en la suplencia de equipos de medio pelo, como recientemente en el Évian. Es alto (1,88 cm.), intuitivo, poco espectacular y algo lento de movimientos.
La apuesta a largo plazo debe ser el argentino Sara. Levemente menos alto que Andersen, pero de largos brazos, gusta de las paradas espectaculares y sale por abajo en un estilo muy argentino.Tiene buena fama en su país, en el que ha seguido una trayectoria ascendente junto a su club. Ciertas dudas físicas han hecho que venga cedido con opción de compra: el Betis podrá resolver las incertidumbres que suscita un portero relativamente joven.
Defensa
Las bajas de Ángel y Agra, más unas probaturas con Juanfran que no parecen haber convencido a Mel, llevan a la necesidad de traer a un lateral derecho que compita con el aceptable Chica. El alemán Steinhöfer cierra a estas horas su fichaje. Su perfil es el típico de las meritorias adquisiciones de Stosic: viene gratis, tiene experiencia (Eintracht, Kaiserslautern, y viene de ser titular los dos últimos años en el –en ambos– campeón de la liga suiza) y asegura un rendimiento aceptable pese a no ser famoso; además tiene características más ofensivas que Chica, y esto enriquece el puesto.
En el centro de la defensa la sobrecarga de partidos previsible esta temporada hace imprescindible el fichaje de al menos un central más, renueve o no finalmente Mario (que en cualquier caso raramente juega más de veinticinco partidos por temporada). El buen trabajo de Amaya, Paulão y Perquis da cierta tranquilidad en esta zona.
En el lateral izquierdo nos encontramos con la misma situación que hace un año, pero tras una temporada perdida para Álex Martínez. El canterano necesita partidos (por edad y porque tiene que solucionar carencias tácticas), de modo que si no está en condiciones de pelear el puesto a Nacho (cuya edad recomienda ya además competencia real en el puesto) será mejor cederlo a un Segunda y traer también cedido a otro lateral. Dídac, cuyo fichaje se gestiona, parece una muy buena solución.
Mediocentros
Las zonas interiores del centro del campo cambiarán radicalmente. Toca dar un gran paso adelante a Nosa, que se verá muy favorecido por la baja de Beñat pues, como él mismo considera según Mel, el del vasco es su puesto natural, pese a que su fútbol sea completamente diferente: el africano es poco fiable como mediocentro-ancla y le falta calidad para la mediapunta; pero tiene muy buenas condiciones para ser segundo mediocentro, escalonado con un pivote por detrás (que tape sus carencias tácticas defensivas) y un mediapunta delante (que haga el fútbol de espacios cortos que él no tiene). Ahí lucirá su enorme ocupación de espacios, su dinamismo en ataque, su potente arrancada, su llegada arriba y sus cualidades para la presión adelantada. A cambio Mel hace bien en exigirle un fútbol menos reservón, que no devuelva atrás el balón cuando ya se han rebasado líneas, y tendrá que observar rigor posicional en defensa, porque cuando el enemigo ataque él será el segundo pivote por delante de los centrales.
A falta de la aún posible renovación de Rubén Pérez o, alternativamente, la venida de otro mediocentro defensivo, Lorenzo Reyes parece el único posible compañero de Nosa en esa zona. De su capacidad para el pase largo dependerá que el Betis pueda mantener el modelo de fútbol que practicaba el año pasado, de balones rápidos y verticales a la espalda de las defensas, pues Nosa no alcanza en ese aspecto, ni de lejos, las características de Beñat. Sí parece garantizada una buena presencia física en el medio, así que es probable que Mel vuelva a la presión adelantada con más asiduidad. Reyes da personalidad, aceptable manejo de balón, despliegue físico y mucha inteligencia táctica, y se espera que sea importante en el futuro.
Matilla vuelve tras una aceptable temporada en Murcia: es cierto que fue titular indiscutible e hizo bastantes goles, pero también que el Murcia jugó para él (solía ser mediapunta, muy descargado de trabajo) y que casi lo manda a Segunda B. Como bien viene a decir de nuevo Mel en la muy interesante entrevista arriba enlazada, sus cualidades (físicas sobre todo: es lento en carrera) no alcanzan para hacer ese papel en el Betis, y nosotros añadimos que su intensidad defensiva no le alcanza para ser mediocentro, de manera que aunque tenga calidad técnica su papel difícilmente pasará de muy secundario.
Tampoco está muy claro si Nono tendrá minutos, pues no parece aún en condiciones tácticas de jugar como doble pivote, y, como Matilla, tampoco podrá ser el mediapunta más que en minutos sueltos.
Dado que Verdú, Salva Sevilla, Sergio y Vilarchao jugarán normalmente más arriba (o no lo harán), queda bien claro que la plantilla necesita un mediocentro defensivo y otro ofensivo, que peleen el puesto con Reyes y Nosa (más aún dado que el rendimiento de éstos es prometedor pero incierto). El posible (re)fichaje del aceptable Rubén Pérez, la aparición de Carlos García y el posible fichaje de un central reconvertible a mediocentro pueden ayudar a paliar parcialmente esta carencia, pero aun así se adivina aquí un problema a remediar.
Como siempre, los comentarios serán bienvenidos.