VALLADOLID
(0): Jaime; Víctor Pérez, Rueda, Peña (Valiente, min. 88),
Balenziaga; Bueno, Sastre, Baraja, Rubén Peña (Lolo, min. 69);
Neira (Omar, min. 64) y Javi Guerra.
Goles:
1-0,
min. 26: Amaya. 2-0, min. 61: Rubén Castro. 3-0, min. 86: Rueda, en
propia puerta.
Árbitro: Alfonso Álvarez Izquierdo (Colegio catalán). Mostró tarjeta amarilla a Jorge Molina, Amaya, por parte del Betis; y a Sastre, por el Valladolid.
Incidencias: Unos 28.000 espectadores en el Benito Villamarín.
Árbitro: Alfonso Álvarez Izquierdo (Colegio catalán). Mostró tarjeta amarilla a Jorge Molina, Amaya, por parte del Betis; y a Sastre, por el Valladolid.
Incidencias: Unos 28.000 espectadores en el Benito Villamarín.
El Betis
ha resuelto hoy con solvencia el difícil trance de remontar en Copa
ante un rival de Primera; lo ha hecho fundamentalmente gracias a una
notoria superioridad física sobre su rival.
Ambos
clubes pusieron sobre el campo equipos plagados de jugadores poco
habituales, en parte por bajas obligadas y en parte porque los
técnicos decidieron dar descanso a casi todos sus titulares. De ahí
nació buena parte del triunfo del Betis: la profundidad de banquillo
y una buena gestión del vestuario por parte de Mel dieron como
resultado la buena forma y actitud mostrada por sus suplentes.
El
segundo acierto que cabe atribuir al entrenador bético es la
elección de un estilo de juego adecuado a los jugadores con los que
cuenta. Las debilidades del Betis de la temporada pasada se vieron
hoy reflejadas en un Valladolid que trata bien el balón pero tiene
poco fuste físico y menor pegada. Enfrente el Betis apostó
claramente por su nuevo juego de este curso: un equipo muy fuerte
físicamente, que elabora correctamente la jugada pero no le hace
ascos al balón largo y al dividido como forma de llegar arriba, y
que ante todo quiere ser rápido en ataque, aun a costa de arriesgar
la posesión. El claro 4-4-2 con dos mediocentros más físicos que
técnicos (Pérez y Nosa), la ausencia de verdadero mediapunta –pues
de la pareja de delanteros era el tanque Molina quien venía más
atrás a recibir o peinar el balón–, más la presencia de dos
extremos potentes y a pie natural, invitaban a buscar la velocidad
por fuera y el juego directo por el centro. Ante ello el Valladolid
oponía su juego académico y técnico, con un 4-4-1-1 en el que
Neira hacía la mediapunta y uno de los mediocentros se incrustaba
entre los centrales para sacar el balón; el Betis se defendía con
el bloque de presión ligeramente más adelantado de lo habitual este
año, con las líneas bien juntas y paciencia, pese al resultado de la ida,
para recuperar el balón, sin descomponerse.
La
primera parte estuvo nivelada: el Valladolid tenía más posesión
gracias a su buen juego de toque colectivo, pero el Betis se imponía
en los uno contra uno, especialmente por la banda de Campbell, y sus
llegadas eran escasas pero más peligrosas. Cuando en la segunda
parte la entrada de Beñat mejoró la gestión de las posesiones por
parte del Betis y la de Vadillo desequilibró definitivamente la
banda izquierda, los locales se impusieron claramente: ya eran tan
buenos como su rival en lo técnico, y sus jugadores eran casi
siempre más rápidos y decididos que los vallisoletanos.
Creemos que la superioridad física de los béticos hay que atribuirla en parte a la confección de la plantilla (pensemos en Agra, Campbell, Nosa o Pérez), pero también en otra parte al buen estado de forma de hombres ya conocidos como Nacho o Molina, estado más destacable aún en tanto últimamente tienen pocos minutos.
Jugador
por jugador
Casto:
Es extraño que aparezca en las quinielas de bajas un hombre que no
alborota el vestuario, tiene presumiblemente una ficha moderada y
está siempre dispuesto a dar un notable nivel, como hizo hoy. Salvó con una gran parada una situación muy delicada en la segunda parte.
Chica:
Mostró buena voluntad pero evidenció también sus limitaciones.
Amaya:
Anda muy bien y va con mucha decisión al choque, lo que le permite
imponerse claramente a atacantes como Guerra.
Dorado:
Partido muy correcto en general, aunque tuvo menos presencia que Amaya.
Sacó bien el balón. Su escaso uso de la diestra para el despeje le
pudo jugar alguna mala pasada.
Nacho:
Uno de los destacados. Parece querer disputar el puesto a Álex:
estuvo rápido, ambicioso con y sin balón, subió la bola muy bien y
llegó arriba.
Agra:
Tiene buen golpeo (y mejor a balón parado) y un tremendo poderío
físico que explota con su pelea constante; sin embargo le falta
habilidad para el puesto de extremo. O la mejora o habrá que pensar
en él como un futuro buen lateral.
Rubén
Pérez: Silenciosamente fue tal vez el mejor del equipo. Toca
aceptablemente el balón y lo hace con mucho criterio y sencillez; y
en defensa también tiene suficiente empuje físico, pero sobre todo
lo usa con mucha inteligencia táctica.
Nosa:
Aunque hizo un aceptable partido perdió una buena oportunidad de
reivindicarse. Pudo soltarse más en ataque.
Campbell:
Amaga más que pega, pero da la sensación de tener mucho
potencial. Tiene una gran potencia física en carrera, que le
permitió en alguna jugada dejar atrás a cuatro rivales con una
facilidad sorprendente. La entrada de Vadillo lo cambió de banda.
Molina:
Anda tan bien físicamente que en la segunda parte, después de haber
peleado muchos balones de espaldas, tuvo velocidad y fuerza para
marcharse varias veces de su par mientras conducía el balón.Culminó
poco (y cuando lo hizo se lo anularon).
Castro:
Hizo un partido inverso al de Molina: poca participación, poquito
desgaste físico, y pelota para adentro a la primera clara que tuvo.
Al final se fajó en defensa como extremo derecho.
Beñat:
Hizo un medio partido discreto para su nivel, pero bastó para
desequilibrarlo. A veces su empeño en arriesgar pases verticales
decisivos parece excesivo.
Vadillo:
En dos jugadas acabó con el Valladolid. Rápido y, aparente y
naturalmente, más maduro en el aspecto físico que hace un año, le
falta aún mejorar su criterio en defensa. En ataque ya tiene mucho.
Su reaparición a pleno rendimiento fue una muy buena noticia en el
partido y puede serlo excelente para el futuro.
Nono:
Como siempre, aprovechó su rato para mostrar voluntad y toques de
clase. Acabó como mediocentro junto a Pérez, con Beñat por
delante.