Según la prensa sevillana el Betis tendría ya resuelto el pase del nigeriano Nosa Igiebor, un fichaje del que la prensa israelí habla hace semanas y que se habría cerrado por 1,2 millones de euros con la intermediación del agente Ronen Katsav. El Hapoel de Tel Aviv pagó por él hace un año 850.000 euros al Lillestrøm noruego. Vayamos con precaución y esperemos no encontrarnos ante un nuevo caso Nsaliwa.
De confirmarse el pase el Betis habría fichado a un jugador exactamente del corte que reclamábamos hace unos días al analizar el centro del campo bético. Si hubiésemos de buscarle un predecesor semejante en el Betis podríamos recordar a Benjamín; tal vez Igiebor tenga un perfil levemente más ofensivo... y esperemos, claro está, que haga mejor carrera en el club. En nuestro gráfico de centrocampistas estaría entre Keita, Seedorf y Matthäus. Es joven (21 años), alto (1,82 oficialmente, pero aparenta algo más), diestro y físicamente potente. Se puede adaptar a todas las posiciones del centro del campo y por sus características, si da el nivel adecuado, podría complementar muy bien a Beñat: tiene un recorrido amplio (aunque no presiona con una intensidad muy exagerada, sino más bien a un ritmo constante), buena llegada arriba (un gol cada seis o siete partidos), encara en el uno contra uno (no es muy rápido pero sí tiene una potencia notable para ello) y tiene un aceptable manejo de balón en corto. Tácticamente parece entender bien el juego, para su edad: se ofrece mucho al compañero en ataque y cierra bien la posición en defensa. Es en suma un volante correcaminos y bastante completo, que podría desahogar de trabajo defensivo a Beñat y ofrecerse por delante de éste en ciertas fases del juego. Como complemento, tiene buen juego aéreo y un tiro de cierta potencia.
Igiebor cubriría, por tanto, muchas de las carencias del centro del campo bético y ofrecería un prometedor futuro. Habrá que verlo más, en todo caso, para saber si da el nivel adecuado para la liga española: este análisis se basa en jugadas seleccionadas y en un –muy bronco, por cierto– derbi de Tel Aviv entre Hapoel y Maccabi, en el que Nosa jugó, en un 4-4-2, la primera parte como mediocampista izquierdo, sin demasiado tino, y la segunda como mediocentro derecho, con mucha más participación y acierto.
viernes, 27 de julio de 2012
sábado, 14 de julio de 2012
Balance de la temporada y planificación: el centro del campo
Tras nuestra digresión sobre los mediocentros, continuemos nuestro balance con la línea de centrocampistas
Beñat
Hace un año nos preguntábamos si ante jugadores de Primera seguiría dando el gran rendimiento que había ofrecido en Segunda. Ahora, tras su exitosa internacionalidad, nos preguntamos si tiene sitio en la mejor selección del mundo, donde puede ser el relevo natural de Alonso. Su progresión no ha tocado techo de momento, porque es inteligente y aprende cada año, aunque por edad es previsible que esté ya cerca de sus máximos. Mantiene sus virtudes conocidas y aquí comentadas, y además ha mejorado, si cabía, su capacidad para limpiar las jugadas y mejorarlas en un par de toques rápidos, con un amplio repertorio de controles orientados y pases con cualquier superficie de su pie, lo que hace inútiles y extenuantes los intentos de presión adelantada de los rivales. Además aguanta cada vez mejor los partidos completos, seguramente más por haber aprendido a dosificarse que por mejora de su resistencia.
En una temporada muy regular, tan sólo ha bajado algo su rendimiento en determinados partidos, aquellos en que el equipo ha tenido poca posesión o se ha preferido el juego largo, como en Vallecas: sus virtudes no lucen así. También ha pasado algún apuro en inicios de partido de ritmo frenético, cuando los rivales presionan a un ritmo insostenible, hasta que su toque los ha desfondado.
Aunque a uno le parece el jugador perfecto para el puesto de mediocentro en el Athletic de Bielsa, escoltado por un par de interiores móviles, y aunque el Athletic puede tener dinero fresco al final del verano, es deseable que el club lo mantenga en la plantilla al menos un año más, pues su progresión podría llevarlo a un nivel incluso superior. En ningún caso parece inteligente dejarlo salir por menos de diez millones de euros: si se queda, por la trascendencia de su puesto, personalidad e incipientes dotes de mando (no para de dar indicaciones en el campo), puede marcar una época como cerebro del equipo.
Iriney
Fue, por sus características, el perfecto complemento de Beñat: es rápido y resistente, y en particular capaz de esprintar innumerables veces por partido –algo muy raro de ver–, lo que le permite salir a la presión y recuperar rápidamente la posición defensiva. Ello, junto a su liderazgo en la plantilla, lo convirtió en pieza fundamental en los planes de Mel para practicar una presión adelantada que requiere a los centrocampistas cubrir enormes áreas de campo –difícil en un equipo cuyos porcentajes de posesión no apabullan al rival, y que por tanto ha de mantener esos esfuerzos durante muchos minutos–. Compensa así sus carencias técnicas: tiene un golpeo en largo sólo tolerable y pasa apuros para conducir la pelota entre rivales.
Confirmada su baja y fichaje por el Granada, puede tener difícil reemplazo, sobre todo si se pretende mantener, al menos como posibilidad, el modo de juego de presión adelantada que defendió Mel en Segunda y durante la primera mitad de la temporada pasada.
Cañas
Fue el relevo natural de Iriney como pareja de su amigo y coetáneo Beñat, y también fue usado como contrafuerte por detrás de ellos en partidos en los que Mel usó un ultradefensivo 4-1-4-1. Se ha consolidado, si no como titular, sí como miembro de la plantilla y alternativa válida. Cubre amplios terrenos y guarda mejor que Iriney la posición para cerrar líneas de pase, aunque sin la febril actividad de éste, ni tanta capacidad para molestar la circulación del rival en zonas cómodas, ni para ir a campo contrario a recuperar el balón: en resumen, es más apropiado para esperar al rival que para ir a quitarle posesión. En ataque sí mejora algo al brasileño, sobre todo cuando no se complica la vida con excesivos toques. Seguirá.
Nono
Lo muy poco visto y su curriculum lo convierten ya en el relevo de Beñat como mediocentro creador. Mantiene el sitio y la toca bien y a un ritmo muy alto: con eso se juega en Primera. Ha llegado a la primera plantilla para quedarse.
Salva Sevilla
Aunque es el único hombre de la plantilla con capacidad para meter buenos pases en profundidad desde la zona de tres cuartos, y casi el único (junto, tal vez, a Pozuelo y Santa Cruz) capaz de jugar entre líneas por el centro, su bajo ritmo de juego le ha penalizado y acabó por desaparecer de las alineaciones. Ese bajo ritmo, su lentitud en carrera y su poca llegada al gol obligaron además a Mel a empujarlo hacia una banda: no puede ser segundo delantero pero tampoco tiene capacidad física ni prudencia posicional para ser mediocentro.
Puede tener un papel en el equipo como relevo de media hora en el mediocentro para partidos cuesta arriba, o en la mediapunta para los que estén cuesta abajo; de ningún modo parece que vaya a ser titular el año próximo. Así las cosas, podría tener un rol secundario en la plantilla.
Matilla
Le tocó la difícil papeleta de disputarle el puesto a Beñat, y no demostró ni la calidad física y técnica para poder hacerlo ni la menor personalidad para intentarlo. Parece tener capacidad para el toque y el control del juego, pero su fútbol fue lento y acomodaticio, y así no compensó, ni de lejos, su mediocridad física (ni presiona mucho ni es rápido). Nono lo adelantó por la derecha apenas apareció, así que parece obligatoria su cesión (probablemente a un equipo de Segunda), pues su juventud y el alto precio pagado hace un año convertirían su venta a la baja en un despilfarro grosero.
Jefferson Montero
Todo está ya dicho sobre sus virtudes y defectos: muy rápido y con notable habilidad, es uno de los jugadores con más desborde que se hayan visto por Heliópolis en las últimas décadas. Aunque su balance de goles y asistencias fue bajo, provocó permanentes dolores de cabeza a los rivales, que se veían obligados a ayudas constantes contra él; cuando el equipo era presionado lo aliviaba muchísimo porque si recibe con alguna comodidad es imparable en el uno contra uno. A veces fue algo negligente en la persecución a su lateral, aunque el desgaste de sus sprints y su juventud hacen perdonable ese pecado. Por desgracia, seguirá su progresión –o la detendrá– en México, una liga de segundo nivel.
Juanma
Demostró lo mismo que demuestra cada temporada desde que llegó al Betis, y eso no alcanza paara justificar una plaza en Primera División, pese a su más que correcto manejo del balón. Esperemos que este año sí salga del club y demuestre sus virtudes, tan valoradas por la prensa, en otro equipo.
Momo
Fue un caso similar al de Juanma, aunque con una incapacidad física para la elite aún mayor. Marchó a mitad de temporada tras una nula aportación.
Ezequiel
Oscuras razones extradeportivas parecen impedir que explote sus cualidades, que no son en absoluto despreciables: tiene una frecuencia de zancada rapidísima, es muy rápido en corto y habilidoso con el balón, y muy joven. Bien llevado y si su inteligencia se lo permite (algo por demostrar) podría ser un buen especialista. Aunque fue cedido al Sabadell y por allí pasó sin excesiva gloria, su destino lógico parece ser otra cesión.
Sergio Rodríguez
Ha jugado tan poco que es difícil calibrar sus posibilidades. Parece tener un juego similar al de Salva, aunque algo más regateador e individualista. El club y Mel deben aclarar su situación porque a su edad necesita jugar: tal vez la mejor opción sea la cesión a un Segunda.
Vadillo
Tras su precocísimo debut, la grave lesión en el Bernabéu y los fichajes de extremos, queda poco claro qué espera el cuadro técnico de él. Según todos los indicios es una gran figura en potencia: o se le manda al filial o se le cede, pero entodo caso necesita jugar.
Es claro que Mel no desea volver a utilizar a delanteros (Pozuelo, Pereira) como centrocampistas de banda; por ello y por la segura o probable salida de Momo, Ezequiel, Juanma y Montero, la secretaría técnica se ha movido rápido para traer varios extremos: Agra (en propiedad) más Campbell y Juan Carlos (cedidos), todos ellos gente rápida y muy joven.
Para el mediocentro se ha cerrado ya la cesión desde el Atlético de Rubén Pérez, joven ecijano que fue titular en el descendido Deportivo de Lotina y que parece, por lo leído, un clon de Cañas, más apropiado para cerrar ante los centrales que para jugar como volante adelantado. Si sumamos a ello la –estos días publicitada– búsqueda de un mediocentro reconvertible a central, se adivina un grave error de planificación deportiva: la absoluta carencia en la plantilla de interiores de recorrido con capacidad para la presión adelantada (esto es, que se sitúen en la zona izquierda del gráfico que vimos en el post anterior). Esto inhabilitaría al equipo para realizar una presión adelantada efectiva: prácticamente se renunciaría a una de las famosas señas de identidad que el equipo mantenía desde la temporada anterior, al menos en ciertas fases de la temporada. La consiguiente pérdida de control del juego ante equipos inferiores, especialmente en casa, podría ser mal digerida por la afición.
Se apostaría en cambio claramente por un juego de contraataque, con (eso sí) un gran lanzador como Beñat y extremos rápidos. Pero se obligaría a Beñat a jugar siempre y claramente por delante del mediocentro de cierre (Cañas, Pérez o el que venga), un lugar donde tendría que hacer más kilómetros de los que puede y en el que se vería obligado a conducciones entre líneas, que no son su fuerte.
Conviene recordar que un error como este (la falta de centrocampistas corretones) ha arruinado las últimas temporadas a algunos equipos, alguno muy cercano al Betis: no parecen estar de moda los Gattuso, Davids o Keita, pero hacen mucha falta. Cualquier plantilla debiera tener un par de jugadores de este corte; no tener ninguno significaría un grave empobrecimiento táctico y asumir riesgos innecesarios.
Beñat
Hace un año nos preguntábamos si ante jugadores de Primera seguiría dando el gran rendimiento que había ofrecido en Segunda. Ahora, tras su exitosa internacionalidad, nos preguntamos si tiene sitio en la mejor selección del mundo, donde puede ser el relevo natural de Alonso. Su progresión no ha tocado techo de momento, porque es inteligente y aprende cada año, aunque por edad es previsible que esté ya cerca de sus máximos. Mantiene sus virtudes conocidas y aquí comentadas, y además ha mejorado, si cabía, su capacidad para limpiar las jugadas y mejorarlas en un par de toques rápidos, con un amplio repertorio de controles orientados y pases con cualquier superficie de su pie, lo que hace inútiles y extenuantes los intentos de presión adelantada de los rivales. Además aguanta cada vez mejor los partidos completos, seguramente más por haber aprendido a dosificarse que por mejora de su resistencia.
En una temporada muy regular, tan sólo ha bajado algo su rendimiento en determinados partidos, aquellos en que el equipo ha tenido poca posesión o se ha preferido el juego largo, como en Vallecas: sus virtudes no lucen así. También ha pasado algún apuro en inicios de partido de ritmo frenético, cuando los rivales presionan a un ritmo insostenible, hasta que su toque los ha desfondado.
Aunque a uno le parece el jugador perfecto para el puesto de mediocentro en el Athletic de Bielsa, escoltado por un par de interiores móviles, y aunque el Athletic puede tener dinero fresco al final del verano, es deseable que el club lo mantenga en la plantilla al menos un año más, pues su progresión podría llevarlo a un nivel incluso superior. En ningún caso parece inteligente dejarlo salir por menos de diez millones de euros: si se queda, por la trascendencia de su puesto, personalidad e incipientes dotes de mando (no para de dar indicaciones en el campo), puede marcar una época como cerebro del equipo.
Iriney
Fue, por sus características, el perfecto complemento de Beñat: es rápido y resistente, y en particular capaz de esprintar innumerables veces por partido –algo muy raro de ver–, lo que le permite salir a la presión y recuperar rápidamente la posición defensiva. Ello, junto a su liderazgo en la plantilla, lo convirtió en pieza fundamental en los planes de Mel para practicar una presión adelantada que requiere a los centrocampistas cubrir enormes áreas de campo –difícil en un equipo cuyos porcentajes de posesión no apabullan al rival, y que por tanto ha de mantener esos esfuerzos durante muchos minutos–. Compensa así sus carencias técnicas: tiene un golpeo en largo sólo tolerable y pasa apuros para conducir la pelota entre rivales.
Confirmada su baja y fichaje por el Granada, puede tener difícil reemplazo, sobre todo si se pretende mantener, al menos como posibilidad, el modo de juego de presión adelantada que defendió Mel en Segunda y durante la primera mitad de la temporada pasada.
Cañas
Fue el relevo natural de Iriney como pareja de su amigo y coetáneo Beñat, y también fue usado como contrafuerte por detrás de ellos en partidos en los que Mel usó un ultradefensivo 4-1-4-1. Se ha consolidado, si no como titular, sí como miembro de la plantilla y alternativa válida. Cubre amplios terrenos y guarda mejor que Iriney la posición para cerrar líneas de pase, aunque sin la febril actividad de éste, ni tanta capacidad para molestar la circulación del rival en zonas cómodas, ni para ir a campo contrario a recuperar el balón: en resumen, es más apropiado para esperar al rival que para ir a quitarle posesión. En ataque sí mejora algo al brasileño, sobre todo cuando no se complica la vida con excesivos toques. Seguirá.
Nono
Lo muy poco visto y su curriculum lo convierten ya en el relevo de Beñat como mediocentro creador. Mantiene el sitio y la toca bien y a un ritmo muy alto: con eso se juega en Primera. Ha llegado a la primera plantilla para quedarse.
Salva Sevilla
Aunque es el único hombre de la plantilla con capacidad para meter buenos pases en profundidad desde la zona de tres cuartos, y casi el único (junto, tal vez, a Pozuelo y Santa Cruz) capaz de jugar entre líneas por el centro, su bajo ritmo de juego le ha penalizado y acabó por desaparecer de las alineaciones. Ese bajo ritmo, su lentitud en carrera y su poca llegada al gol obligaron además a Mel a empujarlo hacia una banda: no puede ser segundo delantero pero tampoco tiene capacidad física ni prudencia posicional para ser mediocentro.
Puede tener un papel en el equipo como relevo de media hora en el mediocentro para partidos cuesta arriba, o en la mediapunta para los que estén cuesta abajo; de ningún modo parece que vaya a ser titular el año próximo. Así las cosas, podría tener un rol secundario en la plantilla.
Matilla
Le tocó la difícil papeleta de disputarle el puesto a Beñat, y no demostró ni la calidad física y técnica para poder hacerlo ni la menor personalidad para intentarlo. Parece tener capacidad para el toque y el control del juego, pero su fútbol fue lento y acomodaticio, y así no compensó, ni de lejos, su mediocridad física (ni presiona mucho ni es rápido). Nono lo adelantó por la derecha apenas apareció, así que parece obligatoria su cesión (probablemente a un equipo de Segunda), pues su juventud y el alto precio pagado hace un año convertirían su venta a la baja en un despilfarro grosero.
Jefferson Montero
Todo está ya dicho sobre sus virtudes y defectos: muy rápido y con notable habilidad, es uno de los jugadores con más desborde que se hayan visto por Heliópolis en las últimas décadas. Aunque su balance de goles y asistencias fue bajo, provocó permanentes dolores de cabeza a los rivales, que se veían obligados a ayudas constantes contra él; cuando el equipo era presionado lo aliviaba muchísimo porque si recibe con alguna comodidad es imparable en el uno contra uno. A veces fue algo negligente en la persecución a su lateral, aunque el desgaste de sus sprints y su juventud hacen perdonable ese pecado. Por desgracia, seguirá su progresión –o la detendrá– en México, una liga de segundo nivel.
Juanma
Demostró lo mismo que demuestra cada temporada desde que llegó al Betis, y eso no alcanza paara justificar una plaza en Primera División, pese a su más que correcto manejo del balón. Esperemos que este año sí salga del club y demuestre sus virtudes, tan valoradas por la prensa, en otro equipo.
Momo
Fue un caso similar al de Juanma, aunque con una incapacidad física para la elite aún mayor. Marchó a mitad de temporada tras una nula aportación.
Ezequiel
Oscuras razones extradeportivas parecen impedir que explote sus cualidades, que no son en absoluto despreciables: tiene una frecuencia de zancada rapidísima, es muy rápido en corto y habilidoso con el balón, y muy joven. Bien llevado y si su inteligencia se lo permite (algo por demostrar) podría ser un buen especialista. Aunque fue cedido al Sabadell y por allí pasó sin excesiva gloria, su destino lógico parece ser otra cesión.
Sergio Rodríguez
Ha jugado tan poco que es difícil calibrar sus posibilidades. Parece tener un juego similar al de Salva, aunque algo más regateador e individualista. El club y Mel deben aclarar su situación porque a su edad necesita jugar: tal vez la mejor opción sea la cesión a un Segunda.
Vadillo
Tras su precocísimo debut, la grave lesión en el Bernabéu y los fichajes de extremos, queda poco claro qué espera el cuadro técnico de él. Según todos los indicios es una gran figura en potencia: o se le manda al filial o se le cede, pero entodo caso necesita jugar.
Es claro que Mel no desea volver a utilizar a delanteros (Pozuelo, Pereira) como centrocampistas de banda; por ello y por la segura o probable salida de Momo, Ezequiel, Juanma y Montero, la secretaría técnica se ha movido rápido para traer varios extremos: Agra (en propiedad) más Campbell y Juan Carlos (cedidos), todos ellos gente rápida y muy joven.
Para el mediocentro se ha cerrado ya la cesión desde el Atlético de Rubén Pérez, joven ecijano que fue titular en el descendido Deportivo de Lotina y que parece, por lo leído, un clon de Cañas, más apropiado para cerrar ante los centrales que para jugar como volante adelantado. Si sumamos a ello la –estos días publicitada– búsqueda de un mediocentro reconvertible a central, se adivina un grave error de planificación deportiva: la absoluta carencia en la plantilla de interiores de recorrido con capacidad para la presión adelantada (esto es, que se sitúen en la zona izquierda del gráfico que vimos en el post anterior). Esto inhabilitaría al equipo para realizar una presión adelantada efectiva: prácticamente se renunciaría a una de las famosas señas de identidad que el equipo mantenía desde la temporada anterior, al menos en ciertas fases de la temporada. La consiguiente pérdida de control del juego ante equipos inferiores, especialmente en casa, podría ser mal digerida por la afición.
Se apostaría en cambio claramente por un juego de contraataque, con (eso sí) un gran lanzador como Beñat y extremos rápidos. Pero se obligaría a Beñat a jugar siempre y claramente por delante del mediocentro de cierre (Cañas, Pérez o el que venga), un lugar donde tendría que hacer más kilómetros de los que puede y en el que se vería obligado a conducciones entre líneas, que no son su fuerte.
Conviene recordar que un error como este (la falta de centrocampistas corretones) ha arruinado las últimas temporadas a algunos equipos, alguno muy cercano al Betis: no parecen estar de moda los Gattuso, Davids o Keita, pero hacen mucha falta. Cualquier plantilla debiera tener un par de jugadores de este corte; no tener ninguno significaría un grave empobrecimiento táctico y asumir riesgos innecesarios.