Betis (2): Fabricio; Nélson, Paulão, Amaya, Nacho; Iriney, Matilla (Beñat, m. 46); Rubén Castro, Salva Sevilla (Pereira, m. 53), Jefferson Montero; y Santa Cruz (Pozuelo, m. 75).
Atlético de Madrid (2): Courtois; Juanfran, Godín, Domínguez, Filipe Luís; Tiago, Gabi; Salvio (Turan, m. 78), Diego (Koke, m. 58), Adrián; y Falcao.
Goles: 0-1: min.63, Koke. 1-1: min. 85, Pozuelo. 2-1: min. 88, Pereira. 2-2: min. 94, Falcao.
Árbitro: J. Antonio Teixeira Vitienes (Colegio cántabro). Mostró tarjeta amarilla a Salvio, Tiago, Matilla, Pereira e Iriney.
El Betis se ha quedado en el mismísimo umbral de la permanencia matemática tras un extraño partido, de muy baja calidad en un ochenta por ciento de su transcurso, compensado con un frenético tramo final.
Primera hora de juego
Los dos entrenadores plantearon el partido inicialmente de forma similar: defensas moderadamente adelantadas, presión sólo a partir del centro del campo, y esquema 4-2-3-1 con un mediapunta jugón pero atrasado (Diego en el Atlético, Salva en el Betis), tanque arriba y un segundo delantero tirado a una banda como extremo (Castro en el derecho del Betis, Adrián en el izquierdo del Atlético). Sin embargo, el ritmo físico de unos y otros es muy diferente: los béticos parecen en esta fase del partido un equipo de veteranos frente a unos jóvenes; hasta que el tramo final desveló el misterio, era difícil saber si esa falta de ritmo se debía bien a la falta de motivación –difícil de justificar cuando el equipo aún necesitaba al menos un punto para no meterse en apuros graves y probables respecto al descenso–, bien a los excesos de la semana de Feria o bien a las limitaciones naturales de algunos jugadores, particularmente patentes en casos como los de Salva, Matilla, Santa Cruz o Nacho.
Conformista, empujado atrás, con problemas defensivos por las bandas (por la izquierda por los que Salvio causó a Nacho y por la derecha por las subidas de Filipe Luís, mal seguidas por Salva o Montero) y sin la menor llegada arriba al contrataque –llamemos así a jugadas de tres contra siete– por la citada falta de empuje físico de Salva o Matilla, el Betis fue perdiendo metros con el paso de los minutos y el Atlético llegaba cada vez com mayor claridad. El partido tenía muy baja calidad, y en algunas jugadas se produjeron intercambios de errores en uno y otro equipo casi grotescos.
Inicialmente la tendencia de Castro hacia el centro permite a Nélson, mal seguido, subir muy arriba, casi hasta el extremo. Mel trató inútilmente, sobre la media hora, de cambiar la dinámica del partido desplazando a Salva a la izquierda para mandar a Montero a la banda derecha y centrar a Castro arriba, atrasando un poco a Santa Cruz. Bien cerrado el ecuatoriano con ayudas en ambos perfiles, el Betis nunca llegó arriba.
Tras el 0-1
Mel saca a Matilla y Salva e introduce, ya antes del gol, a Beñat y a Pereira, éste extremo izquierdo primero y derecho luego. Después de muchas llegadas claras por las bandas, el Atlético logra marcar. Entonces el Betis demuestra que tenía muchas más fuerzas de las que mostraba: Iriney (desapercibido hasta entonces en la segunda parte) toca el cornetín, la presión se adelanta y el Atlético, cansado, se deja meter en un correcalles que no le convenía, además con más ocasiones para el Betis que para los visitantes, cuyo centro del campo desaparece. Beñat se siente a gusto, el Betis mete muchísima velocidad por los costados y llegan dos goles. El desmesurado descuento de Teixeira II permite empatar al Atlético sobre la campana.
Jugador por jugador
Fabricio: Aunque tuvo alguna indecisión un tanto absurda (como un salto antes de tiempo en la primera parte), salvó bastante de lo muchísimo que le llegó. Cometió un penalti soft en una salida ante Falcao.
Nélson: Llevó al extremo su típico juego alocado. En su haber, tener controlado a Adrián y tratrar de meter al partido el ritmo que sus compañeros le negaban; en su debe, errores con el balón impropios de un jugador de Primera División.
Paulão: Ha bajado su rendimiento respecto a partidos anteriores, aunque aun así aprueba. Tras el 0-1 dio un paso adelante.
Amaya: Partido muy serio y con mucho trabajo. Pese a salir (y quieto) en las fotos de los goles, fue el mejor de la defensa.
Nacho: Estuvo valiente, aunque pasó apuros ante la velocidad de Salvio.
Iriney: Empujó mucho, aunque sólo a ráfagas. Erró en la marca en el 0-1. Con balón, muchos aciertos y algunos errores graves.
Matilla: Ritmo cansino con y sin balón. Otra vez Mel tuvo que señalarlo.
Montero: Se le vio falto de chispa hasta el 0-1, pero acabó pletórico, señal de que antes pudo pero no quiso.
Salva: Cuando está en buena forma el ritmo físico le llega justito para Primera; hoy estaba en muy baja forma. Defiende como un delantero pero ataca como un centrocampista, restando así un atacante por delante de la pelota.
Castro: Listísimo siempre, prácticamente no le llegó ningún juego hasta la fase final.
Santa Cruz: Como es habitual, jugó con mucha clase en la mediapunta, bajó muchas y se metió bastante atrás para defender por posición, sin apenas presionar. Al inicio fue primer punta, con caídas a la banda izquierda.
Beñat: Empezó tan despistado como Matilla, pero cuando el partido entró en el intercambio de golpes, mal marcado, mandó a placer.
Jonathan Pereira: Su rapidez vino muy bien. Tiene gol y eso vale dinero.
Pozuelo: Su dinamismo hizo mucho bien al equipo, para la presión y para el ataque. Buen gol.
Atlético de Madrid (2): Courtois; Juanfran, Godín, Domínguez, Filipe Luís; Tiago, Gabi; Salvio (Turan, m. 78), Diego (Koke, m. 58), Adrián; y Falcao.
Goles: 0-1: min.63, Koke. 1-1: min. 85, Pozuelo. 2-1: min. 88, Pereira. 2-2: min. 94, Falcao.
Árbitro: J. Antonio Teixeira Vitienes (Colegio cántabro). Mostró tarjeta amarilla a Salvio, Tiago, Matilla, Pereira e Iriney.
El Betis se ha quedado en el mismísimo umbral de la permanencia matemática tras un extraño partido, de muy baja calidad en un ochenta por ciento de su transcurso, compensado con un frenético tramo final.
Primera hora de juego
Los dos entrenadores plantearon el partido inicialmente de forma similar: defensas moderadamente adelantadas, presión sólo a partir del centro del campo, y esquema 4-2-3-1 con un mediapunta jugón pero atrasado (Diego en el Atlético, Salva en el Betis), tanque arriba y un segundo delantero tirado a una banda como extremo (Castro en el derecho del Betis, Adrián en el izquierdo del Atlético). Sin embargo, el ritmo físico de unos y otros es muy diferente: los béticos parecen en esta fase del partido un equipo de veteranos frente a unos jóvenes; hasta que el tramo final desveló el misterio, era difícil saber si esa falta de ritmo se debía bien a la falta de motivación –difícil de justificar cuando el equipo aún necesitaba al menos un punto para no meterse en apuros graves y probables respecto al descenso–, bien a los excesos de la semana de Feria o bien a las limitaciones naturales de algunos jugadores, particularmente patentes en casos como los de Salva, Matilla, Santa Cruz o Nacho.
Conformista, empujado atrás, con problemas defensivos por las bandas (por la izquierda por los que Salvio causó a Nacho y por la derecha por las subidas de Filipe Luís, mal seguidas por Salva o Montero) y sin la menor llegada arriba al contrataque –llamemos así a jugadas de tres contra siete– por la citada falta de empuje físico de Salva o Matilla, el Betis fue perdiendo metros con el paso de los minutos y el Atlético llegaba cada vez com mayor claridad. El partido tenía muy baja calidad, y en algunas jugadas se produjeron intercambios de errores en uno y otro equipo casi grotescos.
Inicialmente la tendencia de Castro hacia el centro permite a Nélson, mal seguido, subir muy arriba, casi hasta el extremo. Mel trató inútilmente, sobre la media hora, de cambiar la dinámica del partido desplazando a Salva a la izquierda para mandar a Montero a la banda derecha y centrar a Castro arriba, atrasando un poco a Santa Cruz. Bien cerrado el ecuatoriano con ayudas en ambos perfiles, el Betis nunca llegó arriba.
Tras el 0-1
Mel saca a Matilla y Salva e introduce, ya antes del gol, a Beñat y a Pereira, éste extremo izquierdo primero y derecho luego. Después de muchas llegadas claras por las bandas, el Atlético logra marcar. Entonces el Betis demuestra que tenía muchas más fuerzas de las que mostraba: Iriney (desapercibido hasta entonces en la segunda parte) toca el cornetín, la presión se adelanta y el Atlético, cansado, se deja meter en un correcalles que no le convenía, además con más ocasiones para el Betis que para los visitantes, cuyo centro del campo desaparece. Beñat se siente a gusto, el Betis mete muchísima velocidad por los costados y llegan dos goles. El desmesurado descuento de Teixeira II permite empatar al Atlético sobre la campana.
Jugador por jugador
Fabricio: Aunque tuvo alguna indecisión un tanto absurda (como un salto antes de tiempo en la primera parte), salvó bastante de lo muchísimo que le llegó. Cometió un penalti soft en una salida ante Falcao.
Nélson: Llevó al extremo su típico juego alocado. En su haber, tener controlado a Adrián y tratrar de meter al partido el ritmo que sus compañeros le negaban; en su debe, errores con el balón impropios de un jugador de Primera División.
Paulão: Ha bajado su rendimiento respecto a partidos anteriores, aunque aun así aprueba. Tras el 0-1 dio un paso adelante.
Amaya: Partido muy serio y con mucho trabajo. Pese a salir (y quieto) en las fotos de los goles, fue el mejor de la defensa.
Nacho: Estuvo valiente, aunque pasó apuros ante la velocidad de Salvio.
Iriney: Empujó mucho, aunque sólo a ráfagas. Erró en la marca en el 0-1. Con balón, muchos aciertos y algunos errores graves.
Matilla: Ritmo cansino con y sin balón. Otra vez Mel tuvo que señalarlo.
Montero: Se le vio falto de chispa hasta el 0-1, pero acabó pletórico, señal de que antes pudo pero no quiso.
Salva: Cuando está en buena forma el ritmo físico le llega justito para Primera; hoy estaba en muy baja forma. Defiende como un delantero pero ataca como un centrocampista, restando así un atacante por delante de la pelota.
Castro: Listísimo siempre, prácticamente no le llegó ningún juego hasta la fase final.
Santa Cruz: Como es habitual, jugó con mucha clase en la mediapunta, bajó muchas y se metió bastante atrás para defender por posición, sin apenas presionar. Al inicio fue primer punta, con caídas a la banda izquierda.
Beñat: Empezó tan despistado como Matilla, pero cuando el partido entró en el intercambio de golpes, mal marcado, mandó a placer.
Jonathan Pereira: Su rapidez vino muy bien. Tiene gol y eso vale dinero.
Pozuelo: Su dinamismo hizo mucho bien al equipo, para la presión y para el ataque. Buen gol.